Crónica de un acuerdo migratorio anunciado… desde el 20 de diciembre

¿Qué se solicitaba a México?

Concretamente, se pedía que se aceptara la devolución de extranjeros no mexicanos que hubieran ingresado a Estados Unidos por territorio nacional.

“A las ocho de la mañana, el Gobierno de Estados Unidos comunicó al Gobierno de México que el Departamento de Seguridad Interna de los Estados Unidos de América (DHS por sus siglas en inglés) tiene la intención de implementar una sección de su ley migratoria que le permitiría devolver a extranjeros, no mexicanos, a nuestro país para que aguarden aquí el desarrollo de su proceso migratorio en Estados Unidos”, se lee en el primer párrafo del comunicado de la Cancillería.

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En cuatro puntos, la Secretaría de Relaciones Exteriores da respuesta al documento. En los apartados 1 y 2 del comunicado, detalla que autorizará el ingreso de ciertas personas, que el requisito es que hubieran recibido citatorio para presentarse entre un juez migratorio; también, se responde que permitirá su estancia “bajo la condición de ‘estancia por razones humanitarias’”.

Los puntos del comunicado 3 y 4 resumen el trato que se les dará a los beneficiarios, de acuerdo a las leyes mexicanas y tratados internacionales.

Lo más destacado del texto de la SRE es el apartado referente a la posibilidad de que México tenga las funciones de “Tercer País Seguro”.

“Las acciones que tomen los gobiernos de México y de Estados Unidos no constituyen un esquema de Tercer País Seguro, en el que se obligaría a las personas migrantes en tránsito a solicitar asilo en México”.

¿Qué respuesta dio México en ese momento?

Una segunda comunicación de la Cancillería se dio el 24 diciembre, en las horas previas a la celebración de Navidad.

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En la respuesta de Marcelo Ebrard se especifica que la aplicación de la sección 235(b)(2)(c) del acta de inmigración y nacionalidad de los Estados Unidos de América “es un asunto interno de ese país”.

Y se reitera que México no acepta ni aceptará las condiciones propuestas:

“México no ha aceptado en ninguna condición, ni de jure ni de facto, el estatus de Tercer País Seguro para personas que ingresen a nuestro territorio buscando acceder al de los Estados Unidos de América”.

Esa fue la postura en ese momento; sin embargo, todo cambió cuando el presidente Trump amenazó con imponer aranceles a los productos mexicanos y, desde el viernes, ahora se sabe, se aceptó una instrumentación que en diciembre se dijo que no se aceptaría.

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