Mario Vargas Llosa planteó en su escrito cómo todas las iniciativas de López Obrador “parecen guiadas por un instinto o pálpito del momento, más que de acuerdo a un programa, pese a que lo tuvo en su campaña y parece haberse olvidado de él”.
En ese sentido, destacó que si bien “su enorme popularidad lo defiende contra todas las críticas", meciona que esto parece haber agudizado los intelectuales advierten en él: "la presencia del caudillo tradicional latinoamericano, voluntarista y despótico que, precisamente porque es muy popular, se cree por encima de las leyes y las normas democráticas”.
El literato peruano destacó en ese sentido los mecanismos empleados desde el poder para coartar a la prensa crítica, mediante –dice– el recorte en la publicidad que reciben estos medios: “Así se instala la censura ahora en los países democráticos: asfixiando económicamente a la prensa –léase radioemisoras o cadenas de televisión– independiente o díscola”.
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En días pasados, el autor hizo un llamado a defender las instituciones mexicanas "con uñas y dientes" tras asegurar que lo que pase en México a nivel político es importante porque repercute directamente en todos los países de la región y porque los mexicanos recuperaron la democracia mediante la alternancia política.
"Los mexicanos han recuperado la democracia hace algunos años. Con todas las deficiencias que pudiera tener esa democracia, ha habido un progreso considerable y desde el punto de vista económico ha habido un progreso, creo que la preocupación que existe es real y es interesante que la sociedad mexicana se movilice en defensa de las instituciones", aseguró en ese entonces durante su participación en el Foro internacional "Desafíos de la Libertad en el Siglo XXI" en la Universidad de Guadalajara.