"El traslado busca garantizar la seguridad de los internos y de las autoridades penitenciarias", indicó Bedolla.
El operativo se llevó a cabo con un fuerte dispositivo de seguridad: aproximadamente 300 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional blindaron el traslado, que incluyó un vuelo hacia la Ciudad de México antes de que los reclusos fueran enviados a sus nuevos destinos en los penales federales.
Las autoridades federales detallaron que los reos mostraban comportamientos de liderazgo negativo, incitación a desórdenes, vínculos delictivos activos y capacidad económica para corromper al personal penitenciario.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), estos reos representaban un riesgo para la estabilidad de los centros penitenciarios locales y su permanencia en el penal de Uruapan podría generar reagrupamientos criminales, motines y otras tensiones internas. Por ello, se decidió su reubicación a penales federales con mayor control y seguridad.
Los 25 reos fueron distribuidos en los siguientes Centros Federales de Readaptación Social (Ceferesos):
Cefereso 14 en Durango (10 reos)
Cefereso 4 en Nayarit (5 reos)
Cefereso 5 en Veracruz (5 reos)
Cefereso 18 en Coahuila (5 reos)
El traslado se realizó con la participación de 50 elementos de la Unidad de Reacción Penitenciaria, 105 de la Guardia Nacional y 70 del Servicio de Protección Federal.