Las lluvias comenzaron desde el martes en la noche, pero, según narra, las clases solo se suspendieron un día.
“Como no veía televisión ni sabía que era un huracán o tormenta tropical, pensé que al otro día haría sol. El miércoles todavía todo bien, pero el jueves ya se había llevado la mitad del puente. Llovía día y noche y no podíamos salir”, relató.
Tras las intensas lluvias, Saraidth explicó que cerca de 60 maestros procedentes de diferentes comunidades lograron refugiarse en Xoxocapa, donde los habitantes los apoyaron con comida.
“Nos sentíamos como en una isla atrapada, porque decíamos 'a ver en qué momento el río rebasa todo y también nos afecta a nosotros'", dijo.
Aislados y con los víveres escaseando, los maestros permanecieron varios días esperando ser evacuados. “El sábado se nos informó que vendría la Fuerza Aérea por nosotros, estuvimos esperando todo el día, veíamos que pasaban helicópteros, con la esperanza de que vinieran por nosotros, sin éxito”, escribió en un mensaje que compartió en redes sociales.
Finalmente, el rescate se concretó el lunes, tras días de incertidumbre y agotamiento.
“Ya todos salimos. Ayer fueron cinco helicópteros a la comunidad de Xoxocapa y nos llevaron por lapsos de unas 17 personas. Ya no queda nadie, solo una maestra con su bebé en otra comunidad, Apachitla”, confirmó González Amador en entrevista.
Horas de angustia
Aunque la profesora ya está en casa, relató que las cosas que vivió fueron devastadoras, como el hallazgo de cuerpos de algunas maestras que de otras comunidades aledañas fueron arrastradas por la corriente del río, entre ellas, María Guadalupe Hernández, quien murió junto a su hija menor Allison Morales.
“Empezaron a llegar cuerpos por el río, incluso maestras fallecidas. Una de ellas tenía una semana de haber llegado y falleció con su niña, porque el río las arrastró. En Chahuatlán solo quedaron dos casas de pie; prácticamente la comunidad desapareció”, contó.
La maestra lamentó que la tragedia pudo haberse evitado si las autoridades hubieran advertido con tiempo la magnitud del fenómeno.
“Pienso que nos hubieran notificado que venía un huracán, y hubiéramos buscado salir a tiempo. Se hubieran evitado muchas muertes, porque la mayoría de las personas fallecidas son maestras”, dijo.
No estábamos preparados para esto. No se nos avisó de la magnitud ni de las consecuencias. Nos quedamos a cumplir con nuestras labores, pero física y emocionalmente estamos agotados.
Saraidth González, maestra de Veracruz rescatada tras las lluvias.