El Centro Prodh hizo un llamado a la Fiscalía General de la República (FGR) para que ya no tarde el proceso en contra de Florencia Jovita Herrera Ramos, quien fue detenida hace 10 años en el Estado de México acusada de liderar una banda de secuestradores. Sin embargo, se ha documentado tortura durante su detención para que aceptara su culpabilidad en un delito que no cometió, de acuerdo a lo investigado por organizaciones.
Lo que se sabe del caso de tortura contra Florencia Jovita Herrera
Florencia Jovita Herrera Ramos, originaria de Oaxaca, fue detenida en Valle de Chalco Solidaridad, Estado de México, en 2014 por parte de elementos de policías municipales y estatales quienes ingresaron durante la madrugada del 3 de octubre de 2014 cuando se encontraba dormida junto a su nieto, a quien los policías también violentaron.
Los policías adscritos a la Secretaría de Seguridad Pública del municipio manifestaron que les reportaron vía radio la existencia de una denuncia anónima que alertaba del secuestro de una persona. En el trayecto hacia el domicilio se pidió el apoyo a la Secretaría de Seguridad Ciudadana, arribando al lugar los policías estatales y policías adscritos a la Subdirección Operativa Regional Valle de Chalco, pertenecientes a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de México.
La investigación revela que la mujer fue golpeada en diversas partes del cuerpo y amenazada para que aceptara su culpabilidad en el delito de secuestro, y si no aceptaba iban a hacerle daño a su nieto.
“En el mismo sentido, peritas oficiales de la procuraduría en materia de medicina forense certificaron la totalidad de las lesiones que, por sus características propias, quedaron pendientes de clasificación. Incluso en una nota que las peritas hicieron al pie del dictamen puede observarse que por las características de las lesiones que presentaba Jovita y otros 3 de sus coprocesados se sugería la fijación fotográfica de lesiones, así como la solicitud en forma posterior de la mecánica de lesiones para evaluar la posible aplicación del Protocolo de Estambul”, documenta el Centro Prodh en el texto Las Historias de sobrevivencia y resistencia .
Sobre este tema, el 8 de octubre de 2014, en conferencia de prensa en la Ciudad de México el entonces titular de la b (AIC), Tomás Zerón de Lucio, y el procurador capitalino, Rodolfo Ríos Garza, informaron de la desarticulación de “una banda de secuestradores que tenía su operación en el Distrito Federal y la zona conurbada del Estado de México”.
“Esta banda estudiaba a sus víctimas para determinar horarios, rutinas y lugares, a fin de realizar el secuestro y también tenía como característica el secuestrar a la persona que pagaban los rescates, generando así una nueva negociación una vez liberada la primera víctima”, detalló en ese entonces Tomás Zerón de Lucio.
“El 3 de octubre de 2014, la víctima aprovecha un descuido de sus captores y escapa, al salir del domicilio donde lo mantenían privado de su libertad en un municipio conurbado del Estado de México, tomó un taxi y a unas cuadras más adelante vio una patrulla de la policía, a la cual le solicitó auxilio, los elementos se trasladan hasta el domicilio donde es señalado por la víctima y en donde fueron aseguradas seis personas”.
“Los probable responsables de los hechos ilícitos son: Florencia Jovita Herrera Ramos, de 49 años de edad, Alejandra Graciela Sánchez Tapia, de 50 años de edad, Lorenzo Marcelino Carrizosa, de 18 años de edad, Ismael Hernández Feliciano, de 24 años, José Manuel López Rosas, de 46 años de edad y Oscar Yamín Miranda Villalpando, de 25 años de edad”, aseguró.
Hasta la fecha, Florencia Jovita Herrera Ramos, sigue presa y sin sentencia en su contra. Este 4 de octubre se prevé una audiencia de vista sobre su caso, por ello, el pronunciamiento sobre su caso por parte del Centro Prodh.