Un total de nueve cadáveres fueron encontrados este miércoles en la ciudad de Morelos, Zacatecas, un día después de que otros nueve cuerpos fueran hallados sobre una avenida de Fresnillo, de la misma demarcación, informaron autoridades.
Sigue ola violenta en Zacatecas... hallan 9 cadáveres más
Zacatecas enfrenta un aumento de hechos violentos tras la reciente captura de criminales , de acuerdo con autoridades.
"Se atendió el reporte del hallazgo de nueve cuerpos sin vida, mismos que corresponden a personas del sexo masculino", informó la fiscalía de Zacatecas en un breve comunicado sin dar más detalles.
Y "en relación a los eventos registrados el día 7 de mayo, en el municipio de Fresnillo (...) se informa que han sido identificados cinco víctimas, mismas que ya fueron entregados a sus familiares", añade el documento.
Junto a estos últimos cuerpos se encontraron "mensajes dirigidos a un grupo antagónico", dijo por su parte el secretario de gobierno del estado de Zacatecas, Rodrigo Reyes.
Fueron arrojados cerca de un mercado dos días después de que grupos criminales bloquearan carreteras y quemaran vehículos de carga en respuesta a la captura de 13 presuntos delincuentes en Fresnillo.
El país acumula unos 450,000 homicidios y más de 100,000 desaparecidos desde que en 2006 el Estado lanzó una ofensiva antidrogas con participación militar.
Inseguridad, tema de campañas electorales
La inseguridad es uno de los ejes de la campaña para las elecciones presidenciales del próximo 2 de junio, cuya intención de voto lidera cómodamente la oficialista de izquierda Claudia Sheinbaum, por encima de la opositora de centroderecha Xóchitl Gálvez y de Jorge Álvarez Máynez (centroizquierda), según encuestas.
Sheinbaum ofrece dar continuidad al enfoque del mandatario Andrés Manuel López Obrador, que según él privilegia atender las causas de la violencia, como la pobreza y la exclusión, antes que la guerra frontal contra los cárteles.
Por el contrario, Gálvez promete capturar a los grandes capos y de este modo poner fin a la estrategia de "abrazos, no balazos", como López Obrador bautizó su política de seguridad.