Enfermo de diabetes, Barbosa murió a los 63 años de edad. Alonso tenía 45 años, cumplidos justo una semana antes del desplome del helicóptero donde viajaba con su esposo Rafael Moreno Valle, quien fue gobernador de Puebla de 2011 a 2017.
Sin concluir el sexenio
Previo a unirse a Morena, el gobernador Barbosa militó 23 años en el PRD. Fue presidente del Senado de la República y, en algún tiempo, hasta se le consideró cercano a Moreno Valle, quien pasó del PRI al PAN.
Pero las amistades en política son complejas. En 2018, Barbosa y Alonso se embarcaron en una cruenta disputa por la gubernatura y en las elecciones del 1 de julio se denunció robo de boletas, votos de ciudadanos sin credencial de elector, compra de sufragios y violencia en las casillas.
Ambos se descalificaron y se declararon ganadores de la jornada; pero la mínima diferencia de votos, de 1.55%, validó como ganadora a Alonso. Morena impugnó los resultados. Barbosa denunció fraude. Pero no consiguió el triunfo hasta que falleció Martha Érika Alonso y en Puebla se convocaron elecciones extraordinarias en 2019.
Al final, de alguna manera, los dos ganaron la gubernatura poblana y ninguno pudo concluir el sexenio completo.
Los claroscuros
Desde antes de que gobernara por 10 días, a Martha Érika Alonso la perseguía la sombra del morenovallismo. Sus detractores afirmaban que su gubernatura era una “herencia conyugal”. La duda de fraude electoral y las denuncias de corrupción en su campaña también opacaron su imagen.