El puente, que se prevé inicien obras este fin de semana, con banderazo de salida del presidente de México Andrés Manuel López Obrador, cruzará la laguna Nichupté, a fin de conectar la entrada a Cancún con su zona de playas.
“Las nuevas políticas en materia de movilidad proponen promover y mejorar el transporte público o medios alternativos más amigables como debe ser la bicicleta o caminar y dejar en el último eslabón al automóvil. Es una política a nivel nacional derivada de la reciente entrada en vigor de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial. Me parece que este puente es contrario a toda esta política porque es seguir haciendo infraestructura para el automóvil”, criticó Adriana Martínez, vicepresidenta del Colegio de Urbanistas de Quintana Roo.
“Es bien sabido que a más vialidades el resultado es más autos. Somos la cuarta ciudad a nivel nacional con el mayor índice de motorización. ¿Esto qué significa? Que, como la gente no tiene alternativas de movilidad sustentable, como no cuentan con un sistema de transporte integral, seguro, cómodo, económico, en cuanto puede compra un auto. Por eso el alto índice de motorización. De 2006 a 2008 la tasa fue del 23 por ciento. En el mismo periodo, la vialidad creció un 1 por ciento. Cancún tiene altos niveles de colesterol en la sangre, porque sus arterias están saturadas”, añadió.
Con el nuevo puente puede aumentar el tránsito diario promedio anual, que actualmente es de 135, 033 en el Boulevard Kukulkán, según la MIA, lo cual puede ser contrario al objetivo planteado, advirtió Martínez.
Otro problema que Martínez vislumbra es el de los estacionamientos:
“¿Dónde vamos a estacionar todos esos carros que van a llegar? Además, ni hay ya terrenos para construir estacionamientos”, dijo.
Eso va en contra, enfatiza, de la Ley General de Asentamientos Humanos, que establece que se deberán reducir los cajones de estacionamiento en la ciudad.
“La única justificación, la única que le veo a este puente, es que sería una alternativa adicional a una zona altamente vulnerable por la baja conectividad y accesibilidad que tiene, porque hay una vía para llegar ahí. Y cuando hay una catástrofe solo se sale por ahí”, añade.
Martínez exige que se presente y transparente el Estudio de Impacto Territorial, donde se analiza, expone y evalúa las alteraciones y cambios que puede causar una obra en el funcionamiento, la infraestructura, los servicios, el paisaje y las actividades socioeconómicas del territorio urbano.