La historia del penal de Apodaca
Abrió sus puertas en 1989 y actualmente tiene una capacidad para albergar a 1,560 internos gracias a una ampliación hecha en 2019, cuando “El Bronco” todavía era gobernador y luego de que el penal de Topo Chico cerró de manera definitiva.
La ampliación consistió en la construcción de un edificio aledaño al edificio original, con lo que se abrieron 532 módulos, 28 de ellos para personas privadas de la libertad en el área de máxima seguridad. De hecho, en esa ampliación es donde se encuentra Jaime Rodríguez.
La historia del penal de Apodaca se caracteriza por el motín ocurrido en 2012, cuando 44 personas privadas de la libertad perdieron la vida. Esta fue considerada una de las mayores tragedia en un centro penitenciario en la historia reciente del país.
Apenas en enero de este año, el penal fue escenario de otro motín que dejó como saldo a 56 personas privadas de la libertad lesionadas, más cuatro adicionales al exterior que sufrieron heridas leves al derribar uno de los portones de acceso.
En una escala del 0 al 10, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) califica al penal de Apodaca con 7.9 en rubros de seguridad, estancia digna, gobernabilidad y reinserción social.
