La batalla en la Corte
La lucha de Huitzontla contra la minería se suma a la de múltiples comunidades que han acudido al Poder Judicial de la Federación para exigir el respeto a su derecho a la consulta y a la defensa de su territorio.
Un ejemplo es la comunidad indígena de Tecoltemi, en la Sierra Norte de Puebla, que presentó el amparo 134/2021, el cual será analizado este 2 de febrero por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
El recurso, acompañado legalmente por la organización civil Fundar, busca que el máximo tribunal del país no solo cancele los títulos de concesión minera, sino que declare inconstitucional e inconvencional la Ley Minera "por vulnerar los derechos a la tierra y el territorio de los pueblos indígenas".
Debido la trascendencia de la discusión, el Centro Prodh presentó una amicus curiae ante la Corte, en el que se resalta el impacto negativo que genera la actividad minera a gran escala para cientos de comunidades en México.
Además, se evidencia la incompatibilidad de la Ley Minera vigente con la Constitución Política federal y los tratados internacionales firmados y ratificados por México en materia de derechos humanos y protección al medio ambiente.
"Si la SCJN no realiza un análisis profundo sobre la Ley Minera, se seguirá validando una legislación que permite concesionar sus tierras y territorios sin considerar la obligatoriedad de que se les consulte y se obtenga el consentimiento libre e informado", alertó el Centro Prodh.
De validarse de nuevo la Ley Minera, agregó el colectivo, las comunidades y pueblos indígenas, históricamente vulnerados, tendrían que acudir una y otra vez a juzgados y tribunales para demandar las graves afectaciones que la explotación de minerales ocasiona en la vida comunitaria, en condiciones de desigualdad frente a las empresas mineras.