Durante el trayecto, Lily, como la llaman de cariño, tuvo comunicación con su hermano Saúl, pero una hora después ya no contestó mensajes ni llamadas. Las horas pasaron y no regresó a casa.
A primera hora del 4 de enero, sus familiares continuaron llamando a su teléfono celular, que seguía timbrado.
Debido a que seguían sin localizarla, ubicaron con geolocalización el último lugar donde estuvo, una casa al poniente de la capital, y al acudir al lugar, salieron dos hombres que los corrieron del sitio, relató la mamá de Liliana, María Teresa de Jesús.
En ese momento, el teléfono de Liliana dejó de timbrar y sus familiares acudieron a la Fiscalía General del Estado para interponer una denuncia por la desaparición de la joven.
Cuestionado sobre el tema, el gobernador Miguel Barbosa dio a conocer este viernes que se sigue ya una línea de investigación, mientras la empresa Uber se deslindó, al asegurar que no tiene registro del conductor, modelo del auto o trayecto del servicio.
“Compartimos la preocupación de los familiares de Liliana ante el reporte de su no localización. Hemos atendido una solicitud de las autoridades competentes. Con base en la información disponible y el registro de la plataforma, no existe un viaje realizado con la app de Uber que coincida con nombres, placas, rutas y fechas en las que presuntamente se desplazó Liliana”, indicó la compañía.