El actual gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, acusó a su antecesor de un fraude millonario.
El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, acusó a su antecesor, Silvano Aureoles Conejo, de fraude en siete cuarteles de la Policía del estado, y cuya suma es de 5,186 millones de pesos (unos 240 millones de dólares).
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El fraude se consolidó, de acuerdo con el actual mandatario, entre Silvano Aureoles con una constructora encargada de desarrollar los cuarteles con supuestos sobrecostos.
La empresa se encargó de la edificación, arrendamiento y compra de siete cuarteles policiales, donde aparentemente se disponía de lujosas habitaciones con blindaje antibalas, denunció este miércoles el gobernador de la entidad.
Alfredo Ramírez, actual gobernador y sucesor de Aureoles, denunció que la Auditoría Superior de Michoacán (ASM) investiga el presunto fraude por 5,186 millones de pesos (unos 240 millones de dólares).
Los inmuebles involucrados son los ubicados en el municipio de Apatzingán, Lázaro Cárdenas, Coalcomán, Jiquilpan, Zitácuaro, Uruapan y Huetamo, que fueron cedidos bajo el esquema de arrendamiento financiero a una empresa denomiinada Imobiliaria DyF SA de CV.
Ramírez Bedolla detalló, por ejemplo, que en el caso de Apatzingán, en 2016 se firmó el convenio, sin embargo, la empresa aquirió el terreno hasta 2019, por lo que el gobierno le pagó proyectos ejecutivos de arrendamiento a una empresa que no era propietaria del terreno.
Entonces, dijo el mandatario estatal, la administración anterior rentó propiedad inexistente.
Destacó el caso de Uruapan es sin precedentes, “de esos casos del ABC de la corrupción”, ya que el contrato se firmó en diciembre de 2017, pero la propiedad se adquiere hasta 2018, sin embargo se inaugura, “que no entrega” al gobierno formal, en junio de 2019.
El gobernador agregó que el terreno de Uruapan se lo donó el Ayuntamiento al gobierno del estado, “y luego resulta que el gobierno del estado lo compra a la Inmobiliaria DyF, compra su propio terreno el gobierno del estado”, detalló en conferencia de prensa.
Ramírez explicó que los cuarteles cuentan con espacios administrativos y dormitorios para policías, construidos con materiales de baja calidad, como paredes y techos de láminas de plástico, aunque cada complejo tiene un área privada que estaba destinada exclusivamente para el exgobernador Aureoles.
Estas áreas privadas están habilitadas con blindaje antibalas y lujoso mobiliario en una habitación, sala, comedor y un baño completo.
Los espacios exclusivos para el exmandatario se ubican a unos metros, y con un acceso privado a helipuertos, aseguró el gobernador morenista.