Esta situación, que ya es considerada por organizaciones civiles, activistas y hasta la Iglesia Católica como una "grave crisis humanitaria", no es propia de Aguililla ni es reciente.
Incluso, este lunes la Fiscalía General del Estado de Michoacán informó sobre el hallazgo de nueve cuerpos dentro de una camioneta en la colonia Centro de Zitácuaro.
Las alertas por el aumento de la violencia en México, por las agresiones y amenazas contra actores políticos, y por el nuevo levantamiento de armas de las comunidades indígenas que buscan formas de protección y de autogobierno.
"Algo que ha potenciado este escenario en el último año es la intención del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por tomar el control, algo que parece que está logrando particularmente con los eventos de Aguililla. Hay incentivos en la región y el Cártel Jalisco ha demostrado ser muy eficaz en su expansión territorial y muy violento para lograr esa expansión", dice en entrevista Armando Rodríguez, director de Proyectos de la División de Seguridad e Inteligencia, Strategic Affairs.
También puedes leer
¿Por qué Michoacán?
El especialista en seguridad menciona que Michoacán es un estado atractivo para el crimen organizado por el control de la minería, la tala ilegal de árboles, la extorsión a agricultores, la producción y el tráfico de marihuana y metanfetamina, su ubicación en el Pacífico y su ruta que conecta desde Asia a Estados Unidos.
"Esta región ofrece muchos incentivos, y de ahí que haya grupos como La Familia Michoacana, Los Viagras, otros recientes como los Cárteles Unidos o los remanentes de los Caballeros Templarios; todos estos han tratado durante los últimos cinco o seis años de ejercer un control sobre la región", explica.
La Fiscalía General de la República (FGR) ha identificado a nueve cárteles que actualmente operan en las diversas regiones de Michoacán, especialmente en sus zonas limítrofes con los estados de Colima, Guerrero, Jalisco, Guanajuato, Querétaro y Estado de México.