Sin acceso a las playas ni fuegos artificiales, así es como los turistas que visiten las playas de Acapulco celebrarán el año nuevo 2021, según lo anunció el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores.
A partir de este martes, las playas estarán cerradas desde las 19:00 horas hasta las 6:00 horas del día siguiente.
Aunque por más de 20 años, en la Bahía de Acapulco y en otras 11 locaciones del estado, es una tradición recibir el Año Nuevo con una gala de fuegos pirotécnicos y grupos musicales, este 2020 y debido a la emergencia sanitaria del COVID-19, el gobierno del estado tomó medidas más restrictivas para evitar la conglomeración de turistas y contagios del virus.
Para verificar que las playas se mantengan cerradas, se aplicará un operativo de seguridad en el que participarán la Guardia Nacional, la Marina, la policía estatal y las autoridades del ayuntamiento de Acapulco.
A este 28 de diciembre, en el estado de Guerrero suman 25,685 casos confirmados de COVID y 2,674 defunciones.
Durante las celebraciones por Navidad las playas de Acapulco se vieron llenas de visitantes, aunque de acuerdo al gobierno del estado, al 27 de diciembre ningún hotel en Guerrero rebasó el 70% en la ocupación hotelera, los restaurantes mantiene un aforo permitido al 60% y los bares permanecieron abiertos hasta las 02:00 horas.
Otros destinos turísticos con playas como Tamaulipas, Veracruz, Jalisco, Colima y Quintana Roo han fortalecido las medidas sanitarias y han hecho el llamado al uso del cubrebocas.
El gobierno de Colima informó este martes que la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coespris), lleva a cabo del 22 de diciembre de 2020 al 6 de enero de 2021 el operativo Salud para el turismo de invierno 2020-2021, a fin de proteger la salud de los turistas y de los colimenses durante este periodo vacacional.
Mediante este operativo se intensificará las actividades preventivas mediante acciones de vigilancia y fomento sanitario en la zona costera y en los principales puntos de afluencia turística para minimizar los riesgos mediante el conocimiento de los posibles daños a la salud pública.
