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Estados tendrán presiones financieras una vez que pase la pandemia

Los efectos de la crisis por el COVID-19 se verán reflejados una vez que pase la pandemia y cuando estados enfrenten los temas pendientes en salud en un contexto de austeridad, alertan expertos.
mié 04 noviembre 2020 05:50 AM
Encuentro Expansión salud Valle de México
Durante la pandemia, los estados han tenido que recurrir a sus propios recursos para enfrentar la crisis.

La pandemia de COVID-19 llegó al país en un momento en el que se transitaba a un nuevo sistema de salud mediante el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi), con reglas distintas y una nueva distribución de los recursos a las entidades federativas, por lo que no ha permitido su consolidación y los estados han tenido que destinar recursos propios para atender la emergencia sanitaria.

Tan solo la Ciudad de México y el Estado de México han destinado 6,800 millones de pesos, pero una vez que pase la crisis por la pandemia, aparecerán los problemas de salud que quedaron pendientes y que hoy están aderezados por la época de austeridad, donde los ingresos federales se han reducido, coincidieron expertos y legisladore en el Encuentro Expansión.

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Para el presidente de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, Miguel Betancourt Cravioto, el que arranque del Insabi se encimara con la epidemia de COVID-19, hizo que se tuviera un inicio tórrido y difícil por los recortes presupuestales, pero consideró que cuando termine o se controle la emergencia sanitaria, los problemas de salud pública que se escondieron en la "niebla de la pandemia", se dejaran ver y será una situación difícil.

“Vamos a despertar y ver qué fue del Insabi, qué fue de la Secretaría de Salud, de la coordinación, y seguramente vamos a encontrar cosas difíciles de resarcir, van a ser daños que no estamos vigilando hoy, hay ejemplos muy mediáticos, como medicamentos para el cáncer y otros como la situación del brote de sarampión, el desabasto de vacunas a nivel nacional”, comentó.

Vamos a salir de la niebla de la pandemia y vamos a encontrar un desorden brutal en la salud pública a nivel nacional, con consecuencias que pueden ser de muy largo plazo.
Miguel Betancourt Cravioto, presidente de la Sociedad Mexicana de Salud Pública.

A principios del 2019 entró en vigor el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi), luego de los cambios que el Congreso realizó a la Ley General de Salud y que desaparecieron el Seguro Popular, con lo que se planteó la universalización de los servicios y medicamentos gratuitos para las personas sin seguridad social.

Para las entidades, significó firmar convenios para ceder las infraestructura y el personal al Insabi, a fin de que pudiera operar los sistemas de salud estatales.

Para la creación del Insabi, se destinaron 40,000 millones de pesos provenientes del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, que se convirtió en el Fondo de Salud para el Bienestar, al que hace unos días la mayoría de Morena en el Congreso aprobó que el gobierno federal pueda utilizar 33,000 millones de pesos que aún contenía el fondo.

El secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, Éctor Jaime Ramírez Barba, señaló que hay estados que está enfrentando la pandemia con dinero estatal, lo que han servido para atender a casi una cuarta parte de la población que no tiene seguridad social, pero que es posible que no se le tome en cuenta como aportación para el Insabi.

"Es una pandemia hay que atenderlos (a las personas sin seguridad), pero viene cargado todo hacia un gobierno estatal, que recibe instrucciones desde el Insabi o la Secretaría de Salud. Te mandan a decir las cosas, pero sin recursos, y los que están invirtiendo dinero en salud, son los gobernadores y los pacientes”, aseguró.

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Betancourt Cravioto coincidió que cuando hay una emergencia “los recursos aparecen” de donde sea, es decir, que se quitan de algún lado para resolver el apuro con los fondos, como el extinto Fonden, que están diseñados para poder apuntalar las acciones de las entidades federativas en materia de respuesta a emergencias, no obstante resaltó que en esta pandemia, la tarea ha recaído en las entidades.

“Los estados han tendido que usar sus recursos para atender, para responder, hacer convenios, reconvertir hospitales, y hoy algunos de ellos van a entrar en conflicto, porque cómo van a pagar o recuperar los recursos para las emergencias”, cuestionó.

El experto dijo que incluso, los redireccionamientos de recursos, pueden poner en riesgo a funcionarios públicos con sanciones por parte de las autoridades de la contralorías, que podrían cuestionar la razón de quitar dinero de un lado para trasladarlo a salud.

Un ejercicio de revisión de las organizaciones Transparencia Mexicana y Tojil señalaron que a mayo, 15 entidades habían destinado 848 millones para la emergencia sanitaria , mientras que 12,957 millones para las consecuencias.

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Víctor Durán Mendieta, subdirector de Epidemiología del Instituto de Salud del Estado de México, explicó que por ejemplo en la entidad, de los 17.4 millones de habitantes, alrededor de la mitad tiene derechohabiencia, pero aun así, han tenido que aportar recursos para la emergencia.

“Lo que resta es no es estar supeditados a lo que nos pueda abastecer o aportar el Insabi, porque realmente ha habido muchas promesas que se han incumplido o se han cumplido poco. Para ventiladores se realizó una compra con recursos estatales, cuando en un principio el canciller (Marcelo Ebrard) decía que iban a llegar un buen número de ventiladores a entidades, estos nunca llegaron o llegaron de baja calidad”, explicó.

No vamos a estar supeditados a lo que nos proporcione o aporte la Federación, seguiremos con la libertad política de nuestro gobernador, vamos cubriendo las necesidades.
Víctor Durán Mendieta, subdirector de Epidemiología del Instituto de Salud del Edomex

Menos recursos para 2021

Ramírez Barba aseguró que el presupuesto que presentó en materia de salud para 2021 es inferior a los años previos. Explicó que para el Ramo12, toma recursos del Fondo de Salud, antes llamado de gastos catastróficos, por lo que se percibe un incremento de 9%, pero alertó que son recursos que no irán a los estados.

“El presupuesto se ve otra vez ominoso por tercer año consecutivo, con los cálculos que ahora tenemos va a ser de 2.4% del PIB, pero el Ramo 12, que es el que se distribuye a los estados es inferior. El Ramo 33 tiene un incremento, pero es un aumento a los salarios de los trabajadores”, expuso.

De acuerdo con México Evalúa, el gasto funcional en salud, aquel que se destina sólo a la prestación de servicios de salud— se estima para 2021 en 670,400 mdp, pero si se suma el monto de servicios médicos de Pemex, alcanza los 687,800 mdp, lo que significaría un incremento real de 1.9%, con respecto al gasto aprobado para 2020.

No obstante, como se tomaron los 40,000 mdp del Fondo de Salud para el Bienestar en el Presupuesto 2020, en realidad el monto fue de 716,100 mdp para este año, por lo que los recursos para 2021, representan un recorte de 4%.

Veo gran dificultad para las entidades federativas y CDMX porque como nunca están teniendo mayor presión y como nunca han estado reclamando que los apoyos no llegan y parecen ser discrecionales.
Éctor Jaime Ramírez Barba, diputado federal del PAN

Al respecto, la secretaria de Salud de la capital, Oliva López Arellano, señaló que la situación de la crisis económica por la pandemia coloca de manera muy difícil a todos los países, entre ellos México, y eso va a generar enormes presiones presupuestales, pero aseguró que en la CDMX, hay una prioridad con la salud.

“El derecho a la salud tiene un peso muy importante, hemos tenido todo el respaldo no solamente en términos de apoyos financieros, sino también de trabajar conjuntamente con (la jefa de Gobierno) a la cabeza, en este comando de salud metropolitano, que ha tenido tan buenos resultados ”, afirmó.

López Arellano enfatizó que los hospitales no se van a dejar de construir y los centros de salud, que estaban programados, van a continuar porque se reservó el recurso para ello, además dijo que se va a mantener el presupuesto de la secretaría, aunque reconoció que "nunca es suficiente" porque arrastran un déficit severo”.

Por supuesto la presión presupuestal es alta, pero tenemos mucha confianza que la Ciudad tienen margen de maniobra, aunque se ha estrechado, y la prioridad de salud en el proyecto de la jefa de gobierno está claramente definido.
Oliva López Arellano, secretaria de Salud de la CDMX.

“Muchas cosas que hemos estado haciendo, teníamos ventaja que desde el principio, planteamos un modelo de salud, que nos permitió que desde 2019 estuviéramos trabajando en incrementar coberturas de vacunación y fortalecer el trabajo territorial”, aseguró.

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