Con su tapabocas puesto y acompañada de sus hijas, la señora Norma llegó a la casilla 1456, en la escuela "Melchor Ocampo", cerca de las 10:00 de la mañana, cuando la fila de los primeros votantes ya se había disipado. Para entonces, un funcionario ya la esperaba a la entrada para proporcionarle gel antibacterial.
Con ayuda de otra funcionaria se acercó a la mesa directiva en donde además de la lista nominal fueron colocadas varias botellas de geles antibacteriales, toallitas y aerosoles sanitizantes.
La presidenta de la mesa, tomó la credencial de la señora Norma y gritó su nombre para que el secretario de la casilla y los representantes de los partidos —sentados atrás de los funcionarios sin respetar la “sana distancia”— localizaran su nombre en la lista nominal.
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Aunque el INE había dado a conocer que serían unas elecciones con cero contacto entre electores y funcionarios, antes de que la señora pasará a tachar su papelera, la funcionaria ya le había sujetado su dedo pulgar para marcarlo con tinta indeleble.
“Esta muy bien todo, hay una buena organización...En las mesas hay mucho gel, sanitizante y es como lo usamos, además sí se respetó la sana distancia”, comentó Norma a Expansión Política.
A la apertura de esta casilla varios ciudadanos que llegaron puntuales tuvieron que hacer fila y esperar su turno, algunos respetando la sana distancia y otros no tanto. La mayoría llevaba su cubrebocas, e incluso unos cuantos su propio lapicero.
Así, mientras permanecían en la fila, aprovechaban para saludar a sus vecinos de lejos, chocando sus codos o hasta de beso.