Sonora registró su primer fallecimiento por COVID-19 el 17 de marzo, previo al inicio de la Jornada Nacional de Sana Distancia. Dos meses y medio después, en el arranque de la “nueva normalidad”, la entidad gobernada por la priista Claudia Pavlovich contabilizaba 116 defunciones. A partir de entonces, los decesos se dispararon 837% hasta llegar a los 1,087 registrados a inicios de esta semana.
La entidad tiene el mayor incremento en muertes desde el 1 de junio, que empezó la etapa de reactivación económica. Le siguen Jalisco (574.8%9); Nuevo León (446.8%); Chiapas (445.5%); Tamaulipas (441.2%); Aguascalientes (428.5%); Guanajuato (419.6%), y Colima (404.7%).