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9 de cada 10 habitantes de Nuevo León reprueban el trabajo del ‘Bronco’

La más reciente encuesta de Cómo vamos, Nuevo León muestra que 90% de la población del estado rechaza el desempeño del gobernador. Él asegura que en su sexenio ha preferido ser eficiente y no popular.
dom 23 febrero 2020 07:00 AM
Jaime Rodríguez Calderón
Jaime Rodríguez Calderón ha sido alcalde y gobernador y quiso ser presidente. En Nuevo León, su mandato como jefe del Ejecutivo estatal termina en 2021.

MONTERREY, Nuevo León.— El domingo 7 de junio de 2015, Verónica Luna fue a las urnas en Nuevo León y decidió dar su voto a Jaime Rodríguez Calderón, ‘el Bronco’, quien entonces competía como candidato independiente y a quien la mayoría de los neoleoneses —48.24% del electorado— dio su confianza para que tomara las riendas del gobierno del estado.

Cansada de los malos resultados de gobiernos del PRI y del PAN, Verónica optó por confiar en las promesas de Rodríguez Calderón, como generar mejores condiciones de seguridad, mejorar el transporte público e impulsar programas sociales efectivos. Sin embargo, a casi cinco años de aquella elección, Verónica no duda en reconocer que está decepcionada y arrepentida de haber votado por ‘el Bronco’.

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Para Verónica, Rodríguez Calderón ha demostrado ser un político “soberbio” y “mentiroso”, una opinión que comparten muchos otros habitantes de la entidad. Tan es así, que hoy por hoy 90% de la población de Nuevo León reprueba el trabajo del ‘Bronco’, de acuerdo con la más reciente encuesta de la organización civil Cómo vamos, Nuevo León.

La cifra representa el nivel de rechazo más alto que ha tenido la administración de Rodríguez Calderón, y se deriva de un ejercicio en el que Cómo vamos, Nuevo León encuestó entre septiembre y octubre a 3,781 habitantes de distintos municipios, explica Luis Ávila, director de la plataforma.

Ese 90% de desaprobación es mayor al porcentaje que Rodríguez Calderón tuvo en 2018, cuando fue de 78% en la misma encuesta, y contrasta también con la votación que alcanzó en la elección de la que resultó ganador, cuando casi la mitad de los electores se pronunció en su favor.

“El gobernador y los niveles de aprobación estatal tienen su punto más bajo desde que hacemos la encuesta”, dice Ávila.

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Acerca de encuestas de este tipo, el gobernador dijo recientemente que, a pesar de no ser popular, su administración es eficiente y él no está desanimado.

“Me llamaba la atención de decidir entre la popularidad o la eficiencia. No se dan las dos cosas a la vez, y decidí la eficiencia a pesar del costo político que representa. No importa el costo político, no importa el desgaste”, se defendió el mandatario estatal.

“A veces mis compañeros de gabinete me dicen: ‘No te desanimes’. No: ‘Desanimado andas tú… yo no me desanimo’. No veo los periódicos, no veo los noticieros, no quiero que me predispongan para tomar las decisiones que se tienen que tomar”, agregó.

Antes de ser gobernador, Rodríguez Calderón fue alcalde del municipio de García y durante años militó en el PRI. Renunció a ese partido político previo a las elecciones de 2015 y en octubre de ese año asumió el Poder Ejecutivo estatal, del que se separó durante seis meses entre finales de 2017 y mediados de 2018 para ser candidato presidencial independiente.

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El que Rodríguez Calderón se separara temporalmente del gobierno debido a sus aspiraciones presidenciales generó controversia en su momento, y a ese factor se sumaron otros que explican el descontento contra ‘el Bronco’.

Gilberto Medina, politólogo por el Instituto Tecnológico de Monterrey, considera que la desaprobación ciudadana se debe también a que en la gestión de Rodríguez Calderón no ha habido castigos contra los actos de corrupción de gobiernos pasados, algo que él prometió en su campaña de 2015.

“Su momentum político en campaña coincidió con un fuerte rechazo a la corrupción, en particular, hacia aquella identificada con el exgobernador Rodrigo Medina (2009-2015). Esto implicó la ausencia de una agenda de transformación, por lo que las expectativas principales estaban puestas en el castigo a personajes del pasado, pero esto no ocurrió”, dice el analista.

Medina igualmente resalta el aumento de la inseguridad y la guerra “innecesaria” del gobernador con la prensa como otros factores que han golpeado su popularidad.

“Desde la inexplicable decisión de debilitar a la Fuerza Civil hasta el aumento de los crímenes de alto impacto, el desempeño negativo en seguridad se tenía que reflejar en una menor aprobación”, señala.

Con este contexto en contra, a Rodríguez Calderón le queda alrededor de año y medio de mandato, antes de ceder el cargo a quien gane las elecciones de 2021.

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