PUEBLA, Puebla.— Una hemorragia intensa obligó a Guadalupe a acudir al hospital regional del IMSS ubicado en Tehuacán, Puebla, el 1 de marzo de 2011. Ahí, en un inicio aseguró que había tenido complicaciones en su embarazo debido a un accidente, aunque después admitió que decidió abortar porque no contaba con el apoyo de su pareja.
Entonces, una trabajadora social informó de la situación al Ministerio Público y, en consecuencia, Guadalupe quedó detenida acusada del delito de aborto. El personal médico que la atendió señaló que utilizó tres pastillas que le causaron contracciones hasta que expulsó el embrión.
Jacobo, padre de la mujer, criticó a los médicos y a las enfermeras, a quienes acusó de haber maltratado física y psicológicamente a su hija. “Queremos que eso se investigue, porque no es posible que donde hay gente profesional hagan eso contra los pacientes”, declaró en esa época a la prensa local.