Once universidades estatales en quiebra, alerta estudio

¿Cómo llegó la crisis a las universidades estatales?

Según un estudio de la firma consultora Integralia, en promedio las universidades estatales destinan hasta el 70.3.2% de sus ingresos al pago de salarios del personal docente, mientras que, en algunas instituciones, como la universidad de Morelos y la de Zacatecas, a ese rubro se destina más del 84% del presupuesto obtenido.

Lo anterior, sumado a que desde el 2016 se les ha recortado el presupuesto y en 2017 se redujo drásticamente, ha causado que las casas de estudio se vean obligadas a recurrir a ingresos propios e ingresos extraordinarios, los cuales, año con año, disminuyen.

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El análisis refiere que, entre recursos federales, estatales y propios, las universidades estatales, en 2014, recibieron 114.8 mil millones de pesos; en 2015, 121.6 mil millones de pesos; mientras que en 2016 la cifra se redujo a 118.6 mil millones de pesos y en 2017, último año que toma en cuenta el documento, recibieron únicamente 108.8 mil millones.

De esos recursos, la mayoría son federales. En 2017, por ejemplo, las universidades recibieron de la federación 61 mil millones, equivalentes al 56% del total; 31.5 mil millones de recursos estatales, es decir, el 29%; así como 16.3 mil millones de pesos de ingresos propios o de otros rubros, es decir, el 15% del total.

En cuanto a la presión de gasto, de los recursos obtenidos por las universidades en 2017, en promedio el 70.3% fue destinado al pago de servicios personales, mientras que, en 2016, el gasto a ese rubro fue del 67.5%; en 2015, del 67.1%; y, en 2014, del 67.2%

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Las universidades que más recursos erogaron para el pago de nómina fueron las de Zacatecas, con el 84.2% de sus recursos destinados a ese fin; la de Morelos, con el 84.3%; la de Chiapas, con el 81.6%; la de Coahuila, con el 81.5%; y la de Veracruz, con el 80.4%

Otras universidades con serias presiones de gasto, son las de Yucatán, Oaxaca, Tlaxcala, Guerrero, Estado de México, Sinaloa y Guadalajara, con un porcentaje de gasto destinado a servicios personales mayor al 75%.

En tanto, las universidades que menos porcentaje de sus recursos destinan al pago de servicios personales, son la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, con el 39.8%; la de Campeche, con el 57.7%; y la de Colima, con el 57.8%

Además de la presión de gasto que tienen las universidades, se suma la forma opaca y discrecional en la que se negocia el presupuesto de las universidades, así como las irregularidades que les han sido detectadas por la Auditoría Superior de la Federación.

Del 2000 al 2016, la ASF detectó irregularidades en 17.5 mil millones de pesos, de los cuales, las universidades únicamente pudieron aclarar 4.3 mil millones de pesos, lo que equivale al 24.9 por ciento del total.

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Cabe recordar que, en La Estafa Maestra, esquema de triangulación de recursos que hoy tiene en prisión preventiva a Rosario Robles, ex titular de la Sedesol y Sedatu, se utilizaron convenios irregulares con universidades, principalmente la de Morelos, para malversar recursos públicos.

De acuerdo con la FGR, por ejemplo, a través de ese esquema Robles fue responsable de un daño patrimonial de 5 mil 073 millones de pesos.

Integralia advirtió que, paralelo a los problemas financieros que tienen las universidades estatales, la política de austeridad implementada por el presidente Andrés Manuel López Obrador podría agravar aún más su situación.

Por ello, la consultora considera que, para poder atender la crisis por la que atraviesan las universidades estatales, es necesario definir reglas claras para la asignación de recursos públicos que reciben dichas instituciones.

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También debe comprometerse a las universidades estatales a que incrementen sus ingresos propios, que frenen el incremento desordenado de salarios y prestaciones, así como reformar su esquema de pensiones, para lo cual se debe aumentar la edad y años de servicio antes del retiro.

A su vez, Integralia sugiere que debe definirse una ruta de acción que permita incrementar las aportaciones de los estados hasta alcanzar que el 50% de los recursos sean estatales y el 50% federales.

De igual manera, se debe empezar a condicionar las transferencias federales a la entrega de las aportaciones estatales pactadas mediante convenios.

En total, en México hay 4.5 millones de alumnos en educación superior, de esos 526 mil 276 son de universidades públicas federales, es decir, el 11.5 por ciento; y 1.19 millones, equivalentes al 26.3 por ciento del total, son de universidades públicas estatales.

De acuerdo con Integralia, por el momento se debe limitar la creación de nuevas universidades públicas estatales en tanto no se resuelvan los problemas estructurales de las actuales.