Sin embargo, expertos electorales desestiman las posibilidades de éxito de la estrategia y consideran que es numéricamente imposible que la “Cuarta Transformación” alcance la mayoría calificada con o sin plan.
“La preocupación de que el bloque oficialista alcance la mayoría calificada en el Senado para que pueda reformar la Constitución numéricamente no es factible, no hay forma, es imposible”, asegura Said Hernández, analista de Integralia y doctorante en Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana.
José Antonio Crespo, politólogo especializado en temas de democracia y elecciones coincide en que, para conseguir la mayoría calificada en el Senado, la Cuarta Transformación “necesitaría ganar todos los estados y 60% o más de la votación”, es decir, mucho más de lo que pudiera tener esa coalición en la elección presidencial, lo cual se antoja difícil.
“Es un umbral demasiado alto y no creo que Morena o su coalición vaya a sacar esa votación”, estima, pues “normalmente los presidentes sacan más votación que sus partidos en el Congreso, no a la inversa”.
Este es el Plan C de arquitectura electoral
En el Senado se elegirán 128 senadores, 96 de ellos de mayoría –tres por cada entidad federativa– además de 32 plurinominales. La mayoría calificada necesaria para reformar la Constitución requiere del voto de 86 legisladores en caso de que acudan todos.
En cada una de las 32 entidades al partido o coalición más votada tocan dos escaños (su fórmula 1 y 2), y al que quede en segundo lugar le corresponderá un senador de primera minoría.
Sin embargo, Morena, PT y PVEM decidieron ir a la elección al Senado en 20 entidades de forma coaligada y en 12 ir separados.
El plan consiste en que, en estados de fuerza morenista, se lleven las posiciones 1-2 en el Senado, y aspiran a quedarse también con el segundo lugar en votación, es decir, la primera minoría, misma que tocaría a la oposición o bien al PT o PVEM.
En algunos estados estos aliados competirían, incluso, con “morenistas disfrazados”, es decir, candidatos prestados para contender con el registro petista o verde.
Así, aunque para analistas es difícil que Morena pueda hacerse de mayoría calificada, pues requeriría arrasar en las senadurías, al menos en estados donde la oposición no pinta la 4T podría posicionarse en la Cámara de Senadores, misma que hasta ahora le ha sido imposible controlar y donde existe el llamado "bloque de contención" formado por la oposición.
El líder nacional de Morena, Mario Delgado, reconoció la separación de la alianza en una de sus conferencias:
“Para el Senado, vamos a ir en 20 entidades como coalición, unidos para ganar la primera fórmula. Pero vamos a ir también en 12 entidades, separados. No es porque no nos hayamos puesto de acuerdo, sino porque son entidades donde vamos a salir a buscar los tres senadores, es decir, ganar la primera mayoría y la primera minoría, ganar los dos: senador- senadora y la primera minoría”, indicó.
El morenista aseguró que se tenía todo medido: “Es un cálculo que se ha hecho de manera muy meticulosa, donde tenemos fortaleza para tener la mayoría en la Cámara de Senadores”, dijo y señaló que nadie puede decirse sorprendido.
“Es una estrategia del Plan C. Siempre lo dijimos: vamos por lograr la mayoría en el Senado y en la Cámara de Diputados”.
Mario Delgado, líder nacional de Morena.
De acuerdo al Convenio en las 12 entidades, donde los tres partidos serán competidores entre sí son:
- Baja California
- Campeche
- Chiapas
- Hidalgo
- Oaxaca
- Querétaro
- Tabasco
- Tlaxcala
- San Luis Potosí
- Sinaloa
- Sonora
- Tamaulipas
En todas esas entidades, Morena, PT y PVEM ya registraron a sus propios abanderados y, de hecho, la estrategia les sirvió para postular a sus propios perfiles competitivos y evitar rompimientos internos.
En otros se dará juego a la posibilidad de que PVEM y PT alcancen sus propios escaños, con abanderados “prestados” por Morena, o incluso ese mismo plan permitió a esos partidos cumplir cuotas comprometidas con sus militantes que de otra forma pudieron haberse rebelado.