El 2 de junio del 2024 los ciudadanos de nueve entidades elegirán nuevos gobiernos en la Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán, en donde la fiebre preelectoral se ha hecho evidente desde hace más de un año.
En ellos, todos los partidos contendientes deberán postular abanderados en paridad de género. Y según la convocatoria de Morena serán cuatro abanderadas mujeres y cinco varones, y sólo las encuestas definirán en qué entidad va un género u otro, o si eventualmente son más candidatas femeninas que masculinas.
Por ello, en Morena y sus aliados, Partido del Trabajo (PT) y Verde (PVEM) –que hoy gobiernan en 23 de 32 entidades del país– proliferan decenas de aspirantes, tanto hombres como mujeres.
"Aquí no hay dedazos a favor ni de hombres ni mujeres, el pueblo manda, el pueblo decide. Vamos a las encuestas con paridad, pueden participar hombres y pueden participar mujeres, y está establecido claramente en la convocatoria que si hay más hombres y más hombres ganan sus encuestas, tendrá que haber ajuste de género", aseguró el líder morenista, Mario Delgado.
Esta será la primera selección de abanderados en que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que no estará inmerso al 100% en las definiciones, aunque fue él mismo quien descartó a un prospecto en Chiapas, Zoé Robledo, director del IMSS, y destapó a otro, Javier May, en Tabasco.
Y aún está por verse su labor en la mediación ante posibles conflictos por venir tras las encuestas, después de las cuales ha sido frecuente que haya inconformidades e incluso rupturas.
Escenario que podría agudizarse por la cantidad de aspirantes y porque, según Mario Delgado, para los sondeos en los estados no se replicarán las medidas de control que fueron aplicadas para decidir la coordinación nacional de los comités de defensa de la cuarta transformación.
Las encuestadoras, expuso el dirigente, no serán propuestas por los aspirantes, como en el proceso nacional, sino por la Comisión de Encuestas, y los cuestionarios serán los tradicionales, en los que se valora opinión ciudadana sobre los aspirantes, su honestidad, la cercanía con la gente y su nivel de preferencia.
Las respuestas serán valoradas por la Comisión Nacional de Elecciones para la toma de decisión sobre las candidaturas y no habrá una pregunta dominante para definir la postulación, como sí ocurrió en el pasado proceso interno, a petición de Marcelo Ebrard.
Además, hay otra diferencia en relación con el proceso de las corcholatas presidenciales: la noche del lunes el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Morena renovó parcialmente la integración de la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) del partido, órgano considerado el "gran elector".
Se integró a esa instancia un representante propuesto por la coordinadora de los comités de defensa de la cuarta transformación, Claudia Sheinbaum, quien ahora podrá incidir en las candidaturas, pues es la CNE la que decide en última instancia los nombres de los aspirantes que serán sometidos a encuesta, si incorpora a otros -incluso externos- y sobre todo, realiza las ponderaciones , valora los resultados de los sondeos y emite los resultados, que son inapelables.
El representante de Sheinbaum es Abraham Carro Toledo, exintegrante de la Ayudantía de la Presidencia de la República y exenlace nacional de JóvenEs Claudia.
Para el politólogo Juan Pablo Navarrete Vela, profesor e investigador en la Universidad de la Ciénega de Michoacán (UCEMICH), en la definición de las candidaturas de la 4T está por verse el verdadero liderazgo alcanzado por Sheinbaum.
Pero, aclara, no en el sentido de postular a quienes le son cercanos y operaron a su favor, sino en la integración que logre de todas las corrientes y grupos internos de la coalición oficial.
“Ella tendría que valorar y decir, 'si lo que queremos es ganar, tengo que ceder espacios a otros actores, grupos y liderazgos al interior del partido. Nos tocó la grande (la presidencial), pero en algunos espacios que incluso podíamos ganar por aplanadora, por ejemplo la Ciudad de México, vamos a intercambiar en aras de sumar a todos los grupos a la lucha presidencial'”.
Ese, considera el especialista, sería el escenario ideal para Morena y sus aliados: ceder espacios a nivel subnacional.
De lo contrario, el panorama de llevarse la presidencial y los nueve espacios para gubernaturas o cargos a diputaciones o senadurías debilitaría a Sheinbaum: "Porque el liderazgo quedaría más impositivo que integrador”, indica el politólogo.
De acuerdo a las bases emitidas por Morena, el 25 y 26 serán los registros de aspirantes, los Consejos estatales de Morena definirán el 27 y 28 de octubre cuatro aspirantes -dos mujeres y dos varones-, pero será la CNE la que decidirá la lista final de los precandidatos a una gubernatura que serán encuestados, pudiendo ser seis en total, en paridad.
La Comisión de Encuestas de Morena levantará los sondeos en un mes, para arrojar resultados el 30 de octubre. Será hasta entonces en que se conozca a los ganadores e incluso a quienes compitieron.