Lilly Téllez, la senadora del Partido Acción Nacional (PAN) que busca ser candidata presidencial de la oposición , se define como una mujer “de voz clara y mano decidida”. Elige estas palabras mientras controla lo que la rodea, incluso su ropa, en la que resaltan palabras como valentía, fuerza y libertad.
La periodista sonorense declara, decidida, que es la persona ideal para echar a Morena de la Presidencia en 2024. Sin titubear, sostiene que tiene el carácter para competir contra cualquier “corcholata”; la piel fuerte para enfrentar una “elección de Estado”, y la voluntad para investigar y hasta encarcelar al presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Yo tengo el liderazgo y tengo el carácter para poder pelear en lo que viene, porque lo que se avecina es una elección de Estado que va a ser muy ruda y muy sucia”, afirma en entrevista con Expansión Política.
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Téllez, quien incursionó en la política de la mano de Morena, ahora critica al partido por adelantar la sucesión presidencial y no respetar los tiempos oficiales. Reconoce que es urgente definir al candidato o candidata presidencial de la oposición y ella ratifica que está más que apuntada para sacar a Morena del poder, incluso cuando dentro del mismo PAN ha protagonizado polémicas con el diputado Santiago Creel, quien tiene el mismo objetivo que ella.
Lilly Téllez confía en que la oposición, que ya analiza el método, para elegir a su candidato, escogerá con “certeza y confianza” al mejor. Sea cual sea el resultado, ella no tiene “plan b”.
“El que sea el más competitivo, yo lo voy a apoyar, es lo que ofrezco. Y si yo soy la más competitiva, espero que también declinen por mí y vayamos todos en unidad”, afirma.
Entre todos los escenarios, tiene certeza de una cosa: la oposición debe ofrecer más que un voto anti-AMLO. Debe ir por los ciudadanos hartos de la militarización, la violencia y el autoritarismo y “corregir el rumbo de México”.
El verdadero rival
Tres caricaturas políticas enmarcadas llaman la atención en la sala de la casa de Lilly Téllez. Son del monero Paco Calderón. Una hace referencia a los reportajes que publicó sobre la familia Arellano Félix, cabeza del Cártel de Tijuana, antes de cambiar el periodismo por la política. En otra, Téllez aparece al lado de un López Obrador más pequeño que ella, al que ahora critica. Los cartones ilustran momentos que han marcado la carrera de la senadora.
Originaria de Hermosillo, Sonora, pero criada en Ensenada, Baja California, Lilly Téllez se considera clave para que el norte del país creyera en López Obrador en 2018. Ella misma confió en él, afirma, en la promesa de construir un movimiento político plural. Por eso aceptó ser postulada por Morena al Senado de la República y dejar la conducción de noticias. “Y no es ilegal y no es un pecado haber creído que él había cambiado”.
Sin embargo, sostiene, pronto se desilusionó de la manera de gobernar de Andrés Manuel López Obrador, al punto que hoy lo considera el principal rival a vencer rumbo a las elecciones de 2024, aunque sea otra cara la que busque la presidencia. El desengaño es su motor, y su tarea principal, exponer las mentiras de la Cuarta Transformación y sacar a Morena de Palacio Nacional.
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Aquí un fragmento de la entrevista
¿Quién es el rival para Lilly Téllez? El rival es literalmente el presidente de la República, López Obrador, porque él está ilegalmente metido de lleno en la campaña por la sucesión desde hace ya mucho tiempo. Ilegalmente con recursos del Estado, que no debe usar, está en la propaganda todos los días, está moviendo todas las piezas, así que el rival de la oposición es el propio presidente López Obrador, que está desesperado, literalmente, por asegurar el poder en el próximo sexenio.
De cara a 2024, si fuese la candidata elegida por la alianza, ¿con quién le gustaría competir? Cualquiera que me pongan enfrente. Si es Claudia (Sheinbaum), la favorita ‘corcholata’, si es Adán Augusto (López), si es (Marcelo) Ebrard, si es cualquiera de esos tres, porque en realidad son los únicos que están jugando. Con cualquiera, porque no es la persona. Es que es indefendible el gobierno de Morena. Es que es indefendible los resultados que ha dado Morena.
Pero ¿qué cara le pondría a su contrincante de Morena? La 'corcholata' favorita del presidente López Obrador es Claudia Sheinbaum. No porque sea mujer o porque tenga cierta cantidad de años con él. No, es su 'corcholata' favorita porque es la persona más sumisa a quien dejarle el poder para poder seguir controlándola. Y la sumisión de Claudia Sheinbaum es una sumisión que ella misma ha elegido, es una conducta interior porque le debe todo a López Obrador.
¿Qué características debe tener la candidata o candidato más competitivo de la oposición? Yo cumplo con las características que se necesitan en esta coyuntura, en este momento. México no es ajeno al entorno internacional. Hemos visto hace poco en Italia, en España, en otros países que empiezan a surgir candidatos disruptivos, candidatos más ciudadanos.
Yo soy la más nueva, soy la recién llegada, la outsider, si me perdonan el anglicismo. Tengo 55 años, hace apenas cuatro y pico que entré a la política. Entonces, traigo la ciudadanía literalmente a flor de piel.
¿Tiene un 'plan b' si no es elegida como la candidata de la oposición? No. Yo voy a apoyar, a ver, estoy concentrada en echar a Morena del poder para rescatar a los ciudadanos. En eso estoy concentrada. Si hay que apoyar a otro, el que sea el más competitivo, lo haré. Si soy yo, vamos con todo a echarlos. Y después, ¿tienen que rendir cuentas ante la justicia? Sí o sí.
¿Cómo concilia su discurso con el de los otros integrantes de la alianza? Yo tengo una buena relación con todos los aspirantes a la candidatura presidencial. Tengo una buena relación, en otros casos una excelente relación, los respeto. Sin embargo, mi discurso es hacia los ciudadanos.
Yo soy parte de esa ciudadanía en México que estamos cansados de tanta promesa que se ha hecho siempre por parte de los políticos y no se ha cumplido. Yo soy parte de eso. De hecho, por eso acepté la invitación de López Obrador.
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Cuando recibió la invitación de López Obrador a unirse al partido, ¿no había visto esta relación que dice que hay en el gobierno con criminales o pensó que se iba a romper? A mí López Obrador me invitó a un movimiento plural en el que cabían todas las formas de pensar. Él sabía perfectamente bien que yo no soy de un pensamiento de izquierda, pero me dijo que era un movimiento plural, me invitó como candidata ciudadana. Yo no andaba buscando trabajo, yo tenía mi trabajo.
Él me estuvo insistiendo porque me necesitaban en Sonora para su imagen, que era una imagen que él quería proyectar hacia las clases medias, con el mensaje de que él ya no era el hombre que había amenazado que iba a mandar al diablo las instituciones. Le creí que se había moderado, le creí que iba a ser un movimiento plural, le creí que iba a bajar la violencia, la corrupción y la pobreza.
No es ilegal y no es un pecado haber creído que él había cambiado. Todos los otros millones que sí le creímos de buena fe, de buena fe, no tenemos la culpa de que este hombre haya llegado al poder a hacer lo contrario de lo que prometió.
La senadora cree tanto en esta misión que, incluso, ha prometido investigar y encarcelar a López Obrador si gana la presidencia. Los delitos que le atribuye a AMLO son violar la Constitución, gestionar la pandemia de covid-19 con ideología y sin base científica, lo que causó la muerte de miles de personas.
“Por ahí vamos a empezar, tienen que pagar los responsables. Tenemos que olvidarnos en México de que son intocables los presidentes, de que son intocables los integrantes de los gabinetes”, señala.
Aunque aclara que esa no es su bandera de campaña, subraya que sí tendría la voluntad política para hacerlo porque, a diferencia de él, que pactó con el expresidente Enrique Peña Nieto, acusa, ella no negociará con el gobierno saliente.
Ciudadana, de “derecha moderna” y no feminista
En entrevista a unos días de que la alianza y el PAN confirmen el método para seleccionar a su elegido en 2024, el próximo lunes 26 de junio, cuenta que se animó a pasar de periodista a la política para hacer algo por el país, para ello propone gobernar desde una “derecha moderna”, que imite la forma de gobernar de Angela Merkel, la demócrata cristiana que fue canciller de Alemania de 2005 a 2021.
Según Téllez, esta ideología política implica acotar al Estado, reducir el poder de la “hiperpresidencia mexicana”, blindar los tres poderes y los órganos autónomos, como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI). Propone, además, que el Senado apruebe a cada integrante del gabinete presidencial.
“Hablo de la derecha moderna, y le acomodé el moderno como concepto pegado, porque hay muchos prejuicios cuando se habla de la derecha. Inmediatamente, si uno dice que uno comulga con la derecha, a uno se le tacha de ultraderecha, de fascista, en fin. Pero esos son juicios frívolos”, asegura.
Abiertamente, ha declarado que no es feminista y se ha posicionado en contra de la despenalización del aborto. Explica que es porque se ha “politizado” el término. Asegura que el cuerpo de mujer no garantiza que se vote a favor de ellas, por lo que tendría un gobierno en el que las mujeres son la prioridad.
Lilly Téllez apela a la pluralidad y a no descalificar otras formas de pensar. Sus convicciones políticas no la convierten en la enemiga, apunta. “Cuando yo digo que no soy feminista, me refiero a una corriente política. Yo voy por la libertad, por la modernización, por el orden. Y en primer lugar, por la mujer, sí, porque ya este país tiene sed de justicia para la mujer”.
Indica, además, que ha vivido la violencia y la impunidad en carne propia, que, por acumular pocos años de experiencia en la política mantiene “la ciudadanía a flor de piel” y eso la impulsa a buscar la presidencia en un país que está listo para modernizarse, salir del autoritarismo, la militarización y la pobreza de la mano de un gobierno eficaz, sin importar si lo encabeza una mujer o un hombre.
Rumbo a 2024, Lilly Téllez se muestra como un símbolo de progreso, dice, es como la nave de Julio Verne en forma de nautilo, molusco que, por cierto, la senadora del PAN colecciona desde los 12 años.