Sobre el primer punto, la ruptura con el ex subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana federal, Ricardo Mejía Berdeja, quien abandonó el partido tras perder en el proceso interno por la candidatura de Coahuila y acusó encuestas amañadas para favorecer a Guadiana y ahora es abanderado del PT, sí ha provocado un efecto negativo.
“Eso ha debilitado el respaldo de Morena como partido y como estructura que viene ganando de manera sistemática distintas elecciones a nivel gubernatura. Ha menguado el respaldo hacia Guadiana”, explica René Torres-Ruiz, profesor investigador del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana.
A esto se suma que, hasta ahora, los sondeos de preferencia de voto colocan a Manolo Jiménez Salinas, abanderado de la alianza PRI-PAN-PRD, con unos puntos de ventaja o en empate técnico. El otro candidato es Lenin Pérez, candidato de la coalición UDC-PVEM.
También importa que, además de la elección para suceder al priista Miguel Riquelme en la gubernatura del estado, en los próximos comicios se elegirá a 25 diputados locales.
El poder político de Coahuila
Las elecciones en esta entidad y en el Estado de México darán un impulso muy sólido a los partidos que ganen en las elecciones de 2024, coinciden los expertos. El segundo tiene el padrón electoral más grande del país y Coahuila tiene un padrón de apenas 2.3 millones de personas.
“Sí importa lo que suceda en la entidad; sí marca una pauta”, subraya el investigador de la Universidad Iberoamericana.
Lo que suceda en Coahuila será un ensayo de lo que vendrá en las campañas políticas de 2024 porque mostrará los jaloneos por el poder y el alcance de las alianzas políticas, explica David Alfonso Mendoza, profesor de la UNAM.
También reflejará cómo las personas votan de acuerdo al perfil de los candidatos: "para ver si hay un rompimiento, en términos de ver quién da la mejor propuesta o, en realidad, lo que vamos a ver es una posición del electorado en relación del personaje que consideren más atractivo", expone.