Un vacío legal y un sector con poca supervisión
México ocupa el tercer lugar mundial en procedimientos de cirugía y medicina estética —1.7 millones de cirugías en 2023, según la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS)—.
Aunque actualmente la Ley General de Salud regula el ejercicio especializado y exige que la cirugía plástica, estética y reconstructiva se practique en unidades con licencia y por especialistas certificados, la ley carece de un régimen diferenciado para personas menores de edad y no fija umbrales de edad para procedimientos exclusivamente estéticos.
Esta omisión ha dejado a niñas, niños y adolescentes expuestos a decisiones de alto riesgo, pues permite que intervenciones no terapéuticas se autoricen con los mismos requisitos que en adultos, sin controles reforzados ni criterios vinculados a su etapa de desarrollo.
El caso de Paloma Nicole revela así la falta de control sobre las clínicas estéticas y el personal médico que ofrece este tipo de servicios.
Al respecto, Luis Fernández de Córdova y Río de la Loza, médico especialista en cirugía plástica, denunció este miércoles en conferencia de prensa que más de 20,000 personas ejercen la cirugía estética en México sin certificación, pese a que solo 2,690 médicos están avalados oficialmente.
El médico acusó que la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (AMCPER) opera con prácticas de exclusión y corrupción, impidiendo que cirujanos puedan obtener certificaciones válidas.
Ante esta situación, el médico lanzó un llamado para que el Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas (CONACEM), la Secretaría de Educación Pública y la Secretaría de Salud asuman el control de las acreditaciones.
“Se necesita fortalecer al gremio médico y al sector salud para que casos como el de Paloma Nicole no vuelvan a ocurrir”, sostuvo el especialista.
El caso de Paola Nicole
El caso de Paloma Nicole, una adolescente de 14 años que murió tras someterse a una cirugía estética el pasado 12 de septiembre, desató indignación luego de que se dio a conocer que la joven fue intervenida con implantes mamarios y lipotransferencia.
El caso derivó en que días después de su fallecimiento, su padre presentara denuncias formales contra la clínica, el médico responsable, y contra la madre de la joven, alegando que la intervención se realizó sin su consentimiento.
Tras la denuncia, en un comunicado, la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica solicitó la suspensión de Rosales Galindo, padrastro y médico que había operado a la menores, e informó que los hechos serían consignados ante el Comité de Ética de la Asociación para establecer si se acreditaban los elementos de mala praxis en agravio de la menor y, si es era caso, determinar las sanciones estatutarias correspondientes.
Finalmente el 28 de septiembre, la Fiscalía General del Estado de Durango detuvo a Paloma "N" y Víctor "N", madre y padrastro de Paloma Nicole, por el delito de “omisión de cuidado” por “haber puesto en un peligro innecesario a la menor”, ya que la menor vivía con ellos.