El documento expone que esta reforma es necesaria porque en México 41.2% de la población con discapacidad vivía en pobreza en 2022, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Pensiones para Adultos Mayores
López Obrador plantea en esta iniciativa que la edad para recibir una pensión no contributiva se reduzca de los 68 a los 65 años. Aunque actualmente esta transferencia ya se otorga desde los 65 años, el presidente busca que el nuevo rango de edad quede plasmado en la Constitución.
El artículo 4, con la reforma de 2020, ya considera este apoyo social como un derecho, pero lo contempla a partir de los 68 años para la población en general y de los 65 años para las personas indígenas y afrodescendientes.
De acuerdo con la iniciativa, ampliar la cobertura de la pensión garantizará el acceso a un ingreso básico que mejore la calidad de vida de las personas mayores y combata la pobreza.
Si se aprueba la reforma, el Ejecutivo estima que 3 millones de personas mayores recibirán el apoyo en 2030; otros 4 millones en 2040 y 4.5 millones en 2050.
Al considerar que este año se entregarán 6,000 pesos bimestrales a cada beneficiario, el gobierno federal desembolsaría 108,000 millones de pesos en 2030 para pagar ese número de pensiones.
Ese monto adicional crecería hasta 144,000 millones de pesos en 2040 y de 162,000 millones de pesos en 2050. En total, el gasto sumaría 414,000 millones de pesos solo en esos tres años. Estas cifras se calculan sin considerar la inflación de los próximos años y la posibilidad de que el monto de la pensión aumente cada año, como ha anunciado el presidente.