AMLO va con reformas contra fentanilo, traficantes y extorsionadores

A la par, la iniciativa plantea para el Artículo 5º: “Queda vedada la profesión, industria, comercio interior o exterior, trabajo o cualquier otra actividad (…) para la producción, distribución y enajenación de sustancias tóxicas, precursores químicos y drogas sintéticas no autorizadas legalmente, como el uso ilícito del fentanilo”.

Una segunda iniciativa propone agregar a los delitos merecedores de prisión preventiva oficiosa a la extorsión, así como los relacionados con la producción y distribución de drogas sintéticas.

“El juez debe ordenar la prisión preventiva oficiosamente en los casos de (…) extorsión, narcomenudeo, delitos previstos en las leyes aplicables cometidos para la ilegal producción, preparación, enajenación, adquisición, importación, exportación, transportación, almacenamiento y distribución de drogas sintéticas, como el fentanilo y sus derivados”, plantea para reformar el Artículo 19 de la Constitución.

De negar a arreciar lucha contra el fentanilo

El presidente ha pasado de negar al fentanilo como un problema en México, a ir en contra de su producción y contrabando.

“Aquí nosotros no producimos fentanilo y nosotros no tenemos consumo de fentanilo; y lamentamos mucho lo que está pasando en Estados Unidos”, dijo durante una conferencia matutina el 9 de marzo de 2023.

López Obrador sostuvo entonces que la solución no es acabar con las drogas sintéticas, pues siempre se pueden desarrollar más, sino evitar que haya consumidores e incluso cuestionó al Gobierno estadounidense sobre la atención a sus jóvenes.

Para noviembre, el mandatario mexicano reconoció que existe un compromiso de México por el combate al fentanilo, luego de reunirse con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico.

“En cuanto al combate de drogas, hay el compromiso de México de seguir apoyando para no permitir la introducción de químicos y de fentanilo”, afirmó López Obrador.

David Saucedo, analista y consultor en seguridad pública, ve a las iniciativas contra el fentanilo como una respuesta de López Obrador a Joe Biden, de cara a las elecciones de noviembre en las que el presidente de Estados Unidos buscará la reelección.

“Es una presión que hace el gobierno de Biden al gobierno de López Obrador, se avecina una elección presidencial intensa en Estados Unidos donde la lucha contra el fentanilo tendrá un lugar importante en el debate político norteamericano.

“Se trata de una estrategia de seguridad no para México, sino para Estados Unidos. El negocio para los narcotraficantes sigue siendo venderlo en Estados Unidos; sí circula en México, pero el grueso de la producción se va hacia la venta en Norteamérica porque es más rentable”, explica el especialista.

Saucedo apunta que dicha presión se ha dejado ver en la recaptura y extradición a Estados Unidos de Ovidio Guzmán, hijo Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, luego de que en octubre de 2019 el presidente ordenara la liberación del joven capturado por primera vez por autoridades mexicanas tras el llamado “culiacanazo”, en el cual López Obrador afirmó hubieran muerto más de 200 personas de no dar marcha atrás con el operativo.

Se suman las visitas de representantes del gabinete de seguridad de Joe Biden para urgir al Gobierno mexicano el imponer sanciones más severas en contra de los traficantes de fentanilo.

El consultor en seguridad considera que el consumo de drogas ilícitas existe como fenómeno de mercado, por lo cual las restricciones legales no logran detener el crecimiento de la cantidad de consumidores y los grupos del crimen organizado que satisfacen su demanda.

“El consumo de drogas ilícitas es un fenómeno de mercado: tenemos líneas de distribución, transporte, procesamiento; tenemos un público consumidor, precios de mercado. Lo que se ha intentado hacer desde hace décadas es regular e impedir el consumo de drogas ilícitas cuando hay una condición de mercado que lo hace factible.

“Prohibir el consumo de drogas ilícitas mediante instrumentos jurídicos no funcionó con la marihuana, no funcionó con la cocaína, no funcionó con la metanfetamina y no va a funcionar con el fentanilo”, sostiene Saucedo.

El experto en seguridad apunta a la regulación de la comercialización y consumo de este tipo de drogas, similar a lo implementado sobre el alcohol y tabaco hace más de siete décadas, como una posible ruta frente al problema de las drogas y el crimen organizado.

Asia, México y EEUU: la ruta del fentanilo

En México se han decomisado 2,879 kilos de fentanilo de diciembre de 2018 a marzo de 2022; esto equivale a 2,892 millones de dosis con un valor en el mercado ilícito de un billón 156,457 millones de pesos, según se indicó en la conferencia matutina del presidente el 31 de marzo de 2022.

De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), los precursores químicos usados para la fabricación de drogas sintéticas provienen del continente asiático y entran a México vía marítima a los puertos de Lázaro Cárdenas, en Michoacán; Mazatlán, en Sinaloa, y Manzanillo, en Colima.

Con estos precursores, drogas como el fentanilo son fabricadas en laboratorios clandestinos en México, para después ser traficadas y comercializadas de forma ilegal hacia Estados Unidos, país donde una persona muere cada cinco minutos por sobredosis, en su mayoría por el consumo de drogas sintéticas, de acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

Va AMLO contra extorsionadores

La iniciativa para dar prisión preventiva oficiosa contra quienes sean acusados de extorsión viene de un reconocimiento al crecimiento de este delito.

La incidencia de este delito aumentó en un 47.6% de 2018 a 2023, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) y 2022 fue el año con más carpetas de investigación por extorsión, al pasar de 8,734 en 2019 a 10,343 dos años después.

En la reforma del presidente se advierte que los extorsionadores hacen uso de nuevas tecnologías de la información y han extendido su campo de acción a mercados, pequeños y medianos locales comerciales, vía pública, transporte público, préstamos e inversiones en línea.