La controversia es porque algunos senadores de Morena coincidieron con legisladores de Movimiento Ciudadano, Acción Nacional (PAN), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y del Revolucionario Institucional (PRI) en que la violencia puede ser ejercida a la inversa, es decir –advierten– las mujeres también retienen o ejercen violencia sobre otras personas con el fin de causar un daño a su pareja.
El senador Damián Zepeda, de Acción Nacional (PAN), pidió una redacción general en la que quede “la persona” como la víctima de esa violencia por interpósita persona, ya que –explicó– puede ser hombre o mujer.
Aunque avanzaron las reformas a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, al Código Penal Federal y al Código Civil, en sesión de las Comisiones Unidas de Igualdad de Género y Estudios Legislativos del Senado, será en el pleno del Senado donde se definan las posturas, los votos y la redacción final.
El Senado decidió llamarle “violencia por interpósita persona” y no asumirla como “violencia vicaria” como se emplea en España. En el dictamen se reconoció que esta violencia se comete “a través de interpósita persona, modalidad que busca dañar a las mujeres a través de sus hijas, hijos y demás familiares y personas allegadas”.
La senadora Malú Micher, de Morena, quien preside la primera comisión, expresó que el objetivo es velar por los derechos de las mujeres.
No negamos –señaló– que en ocasiones los hombres pueden ser víctimas, pero incluirlos podría ser regresivo en la Ley que protege a las mujeres desde hace 17 años.