“Nuestro sistema electoral no estaría en riesgo y podríamos ir, sin duda, a las elecciones de 2023 y 2024, con las reglas que hoy tenemos, que hoy generan resultados legales y legítimos”, resaltó al participar en el Parlamento para la Reforma Electoral que se realiza en la Cámara de Diputados.
Ante especialistas en el tema electoral, exconsejeros del Instituto y de órganos electorales estatales y académicos de universidades nacionales y extranjeras, Córdova Vianello definió los puntos que no debe dejar de lado toda reforma electoral:
- Autonomía e independencia de los órganos electorales.
- Profesionalismo de la función electoral.
- Padrón autónomamente gestionado, que no dependa de una instancia política.
- Equidad en la competencia.
- Calidad de la representación, esto es, avanzar hacia su perfeccionamiento.
Durante el Foro 17, sustitución del INE, por el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas, el consejero también planteó tres condiciones básicas para ir a una reforma electoral: maximizar el consenso en las no se imponga la opinión de una mayoría; que mejore lo que hoy se tiene, sin alterar lo alcanzado; que parta de un diagnóstico objetivo sobre el funcionamiento de las reglas de las instituciones y procedimientos.
Falta diagnóstico serio
Si bien el país no requiere refundar ni mucho menos de desaparecer al Instituto Nacional Electoral (INE), lo que sí requiere es un diagnóstico profundo para blindar los procesos electorales de la injerencia indebida del crimen organizado, opinó su titular Lorenzo Córdova.
Desde su visión, el Estado mexicano ha fallado en la realización de un diagnóstico serio y lejos de ello, el tema de la criminalidad se ha politizado.
En rueda de prensa tras participar en los Foros de la Reforma Electoral organizada en la Cámara de Diputados, Córdova Vianello comentó que a la autoridad no le corresponde hacer ese diagnóstico, pues para ello están los órganos de seguridad pública.
“Creo que lo que necesitamos es, asumiendo que si existe una intervención del crimen organizado, eso no le conviene a nadie y mucho menos al régimen democrático, pues tienen que construirse esos diagnósticos, de modo tal que de cara a la ciudadanía podamos tener un análisis, respecto de si hay o no una presencia que esté incidiendo indebidamente en los procesos electorales”, planteó.
El titular del INE insistió que de presentarse un nuevo recorte al presupuesto solicitado para el 2023 por un monto de 14,437,935,663.00 y este afecta la operación del Instituto, como ocurrió en este año, recurrirán nuevamente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Confió en que los legisladores realizarán un profundo análisis y sin prejuicios, aprobarán el presupuesto que se requerirá para el próximo año, el cual incluye recursos para la operación de las elecciones del Estado de México y Coahuila, así como para el inicio de la contienda presidencial en 2014, que iniciará en septiembre del 2023.
“Si hay un ajuste que no ponga el riesgo la operación del INE -como sí ocurrió en el 2022-, no tendría por qué impugnarse. Ojalá y esas sean las condiciones y para eso se requiere mucho diálogo”, resaltó Córdova.
Entonces, “claro que la Cámara (de Diputados) puede hacer ajustes, pero tendrán que estar justificados y sustentados con un razonamiento reforzado como se los ordenó la Corte”.
Por otra parte, dijo que el Instituto está abierto para colaborar con las autoridades en lo que respecta a la identificación de personas desaparecidas, así como en una cédula de identidad para los menores de edad, sin que ello implique la entrega de los datos biométricos de la ciudadanía o del padrón electoral, respectivamente.
“Nosotros no podemos ni vamos a entregar los datos del padrón electoral porque son datos que nos han confiado los ciudadanos, pero claro que los podemos utilizar para generar bien público”, anotó el titular del INE.
Incluso, comentó que además de los biométricos y las huellas dactilares, “muy pronto”, el INE hará uso de la biometría facial para combatir el robo de identidad.
“En el INE no solo estamos utilizando los biométricos y las huellas dactilares, sino también muy pronto, la biometría facial para combatir el robo de identidad, para garantizar la seguridad y no la suplantación de identidad en trámites bancarios, ante notarios, fiscales, entre otros”, acotó.