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El PRI va contra las “mañaneras” de AMLO para regularlas y marcar límites

En las recientes elecciones, en 6 entidades los ciudadanos pudieron escuchar las “mañaneras” 52 días de 60 días, buena parte de ellas dedicadas a criticar a la oposición.
vie 10 junio 2022 12:32 PM
Priistas contra amlo
Diputados priistas buscan regular la mañanera del presidente para evitar que "haga campaña".

Con más de 860 conferencias mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador desde que inició la administración, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ahora va por regularlas, pues fueron “uno de los principales elementos generadores de inequidad” en las pasadas elecciones en seis estados, denuncian en una iniciativa presentada ante el Congreso.

De acuerdo con la iniciativa, se pretende regular el contenido de las mañaneras para que sea efectivamente informativo y un espacio de rendición de cuentas, no de promoción político-electoral, pues desde ahí, aseguran, se ha “distorsionado la competencia política, la ha hecho inequitativa, pues el presidente favorece con sus comentarios a ciertos personajes o desfavorece según su propio criterio y conveniencia”, plantea la diputada federal Sofía Carvajal Isunza.

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En las campañas que recién transcurrieron el presidente hizo desde sus conferencias diversos señalamientos político-electorales, sea por la reforma eléctrica que él impulsaba, por el proceso de revocación de mandato o, directamente, para criticar a políticos de oposición, como fue el caso de la candidata de Va por Hidalgo, la priista Carolina Viggiano, sobre la que habló en nueve ocasiones.

Por eso el PRI, a través de Carvajal Isunza, presentó la iniciativa de reformas a la Ley General de Comunicación Social, en la que razonó que si bien las conferencias presidenciales son ejercicios comunicativos que han existido siempre, se han generado excesos que deben ser sometidos a la ley.

Tan sólo en las recientes elecciones en seis entidades, durante los casi dos meses de campaña, los ciudadanos pudieron escuchar las conferencias matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador durante al menos 52 días de 60, es decir, casi dos meses íntegros.

“Podríamos decir que sí hay consecuencias de las mañaneras en los resultados del domingo porque el presidente se dedicó a decir todos los días lo mismo, e incluso atacando a algunos opositores, y así influye en la percepción de los ciudadanos, lo que no permite que la gente decida libremente”, establece la legisladora del PRI.

“Y cuando no hay libertad ni equidad para competir, sí influye, obstruye la democracia, así que lo que se está poniendo en juego en la vida democrática del país”, indica en entrevista.

Además, destaca un estudio del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores (ITESO) a través de su laboratorio académico Signa Lab, según el cual las “mañaneras” no sólo se difunden por medios gubernamentales, sino en redes sociales, lo que potencia su efecto.

El ITESO señala que cada conferencia matutina de lunes a viernes dura 116 minutos promedio y que YouTube “se ha convertido en el mayor repositorio y uno de los mayores espacios de circulación de información de la Presidencia, desde donde se filtra, amplifica y modela su discurso”.

Durante todo el día la información que emite el presidente circula en los medios de comunicación y al transmitirse por redes sociales, “escapan de un control de tiempos y pautas, por lo que el gobierno federal ocupa la agenda mediática nacional permanentemente” con mensajes con una “fuerte carga ideológica y de promoción política con sesgo partidista, volviendo a las conferencias matutinas un programa preponderantemente dominante”, de acuerdo con el estudio.

“Error equipar las mañaneras a la rendición de cuentas": Castañeda

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¿Están las mañaneras reguladas en ley?

En ninguna legislación existen referencias como tal a las conferencias matutinas, pero por ser emitidas por un servidor público y usarse recursos públicos para su producción y difusión, es propaganda gubernamental.

Pero si bien la difusión de ese tipo de propaganda está prohibida en campañas (artículo 134 de la Constitución) , no hay ley secundaria que regule la propaganda de gobierno, vacío que ha permitido que esté en litigio si deben o no permitirse, y al resolver quejas sobre ellas el Instituto Nacional Electoral (INE) se basa en resoluciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y este ha debido analizar caso por caso y casi palabra por palabra del presidente al resolver sobre la legalidad o no de sus conferencias.

Las ruedas de prensa presidenciales siempre han existido, indica en la entrevista la diputada Carvajal Isunza, pero “desde que se creó el espacio de las mañaneras (con la llegada de López Obrador al gobierno), lo que está sucediendo es que se convirtió en un espacio de propaganda política, de adoctrinamiento y de promoción de la agenda del presidente”.

Entonces ocurre, acusa, que se transforma la naturaleza original de ser un instrumento de comunicación para convertirse “en un instrumento personal del presidente para decir lo que quiere con fines personales y eso distorsiona la información que sale y llega a la sociedad”.

Por todo ello llama a legislar al respecto, “institucionalizar las conferencias presidenciales” para que cumplan con su verdadera función: de comunicación social y de comunicación ciudadana, y evitar que sean plataforma de promoción política o de ataques a personas, entre ellos a comunicadores.

Por eso se debe establecer que el presidente –sea quien sea- no puede descalificar desde su conferencia a los periodistas, como ha ocurrido especialmente los miércoles, en su sección “quién es quién en las mentiras” o en sus comentarios contra el periodista Carlos Loret de Mola, refiere.

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Así plantea un apartado que diga que “en toda forma de comunicación social los entes públicos deberán abstenerse de realizar juicios de valor u emitir opiniones sobre los medios de comunicación o las y los periodistas”.

Carvajal pide establecer que conferencias presidenciales “son aquellas que se realizan por el Presidente de la República” y hacer obligatorio que en el ejercicio del gasto público en materia de Comunicación Social todo ente público estará obligado a observar los principios de “objetividad e imparcialidad”.

Especialmente durante los procesos electorales la propaganda de gobierno no debe estar dirigida a influir en la equidad de la competencia entre los partidos políticos, precandidatos y candidatos, sostiene.

También, se deberá cumplir con el criterio de laicidad, que implica que la comunicación social deberá estar libre de toda creencia o confesión religiosa.

Asimismo, la legisladora plantea que se bloquee la señal de transmisión de las mañaneras en entidades con elección o bien, suspenderse cualquier comunicación que se haga con cobertura geográfica y ubicación exclusivamente en la entidad con comicios.

“Durante las elecciones federales, deberán suspenderse las conferencias presidenciales”, plantea. Y explica que eso no significa que se deje de informar, pero las conferencias deben regularse, pues “exceden la función informativa para convertirse en promoción político electoral”.

En tanto, se mantendrían las excepciones que ya están previstas para que se pueda difundir en todo tiempo la propaganda gubernamental consistente en las campañas de información de las autoridades electorales; las relativas a servicios educativos y de salud; las necesarias para la protección civil en casos de emergencia y cualquiera que autorice el Consejo General del INE.

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