Después de la votación
El martes, en las secuelas del rechazo a la reforma eléctrica impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, los bloques oficial y opositor de la Cámara de Diputados se confrontaron nuevamente a gritos en la sesión ordinaria, misma que se levantó precipitadamente para distender los ánimos.
La estrategia de la bancada de Morena de difundir fotografías de diputados que votaron en contra de esa reforma, etiquetarlos con la leyenda “traidores” y llamarlos así cada vez que ocuparon la tribuna, mantuvieron latente el riesgo de gresca entre bancadas.
"Hemos recibido cientos de amenazas, agresiones y vandalizaciones" contra diputados y oficinas, acusó el líder de los diputados de Acción Nacional (PAN), Jorge Romero.
Por eso el Partido Acción Nacional (PAN) decidió, cada vez que usó la tribuna, presentar carteles con la leyenda: “Alto al odio. No a la violencia entre mexicanos”. Dos diputadas de ese partido denunciaron las primeras agresiones en su contra presuntamente derivadas de la “campaña de odio”.
La sesión se realizó entre tantas acusaciones que el líder de los diputados de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, expuso en Twitter. “Qué bueno que hoy la sociedad no está siguiendo la sesión de la Cámara de Diputados. Ha sido tristemente vergonzosa. Infame”.
Pero las alertas de la oposición por las agresiones en su contra fueron respondidas por el líder de los diputados del Partido Verde (PVEM), Carlos Puente, quien también denunció acoso y amenazas, pero por haber votado en favor de la reforma, junto con Morena y Partido del Trabajo (PT).