La Ley aprobada indica que toda persona que tramite una licencia de conducir deberá acreditar un examen que consistirá en valoraciones teóricas y prácticas del reglamento de tránsito.
Perderán su licencia por un periodo de por lo menos un año quienes sean sorprendidos bajo el influjo del alcohol mientras conducen o cualquier droga, psicotrópicos o estupefacientes y perderán su licencia al menos seis meses los conductores de transporte público o de carga sorprendidos en esa condición.
Otras obligaciones consisten en el uso del cinturón de seguridad y, en caso de los motociclistas, el uso obligado de casco de protección o de asientos de retención infantil cuando viajan infantes en una unidad.
En todo el país, mientras se conduce un vehículo estará prohibido el uso de celulares y será obligatorio el alcoholímetro.
Entre otras nuevas disposiciones se prevé el establecimiento de velocidades máximas y condiciones para garantizar la accesibilidad a espacios públicos.
Pero aunque en general la ley mereció el apoyo casi unánime, se presentaron y aprobaron varias reservas propuestas por Morena y al Partido Revolucionario Institucional (PRI) de última hora y que motivaron que el jueves de la semana pasada se suspendiera de manera abrupta la sesión en la que la Cámara de Diputados se aprestaba a votar.