En cuanto a los ciudadanos afganos que llegaron a México, dijo que fueron 500 y los haitianos refugiados son casi 20 mil: “esa es la diferencia”.
La oposición también fue crítica ante el anuncio del presidente López Obrador de que propondrá al gobernador priísta de Sinaloa, Quirino Ordaz, como embajador en España.
A esa inminente designación en cargo diplomático sin pertenecer al Servicio Exterior Mexicano (SEM) se sumó el desempeño de la periodista Isabel Arvide, cónsul en Estambul y también sin experiencia, a quien el senador perredista Juan Manuel Fócil pidió sancionar, por agredir a una ciudadana mexicana en ese país, por haberle reclamado haber gritado vivas al presidente, durante las fiestas patrias.
“Nos preocupa” que personas con alto compromiso con México hayan dejado la Cancillería y en cambio hay “nombramientos en embajadas o consulados de personas ajenas al SEM” sin experiencia, criterio o capacidad, como si en el servicio de carrera no hubiese personas capaces de representarnos, espetó Cruz Blackledge (PAN).
Ebrard sólo reportó que 63 % de quienes están en las posiciones de representación de México en el exterior pertenecen al SEM “y en el total de nombramientos de esta administración es el 76%”.
La reciente cumbre de la CELAC y la supuesta preferencia en el trato con Venezuela y Cuba, “por afinidades ideológicas” marcó otra parte de los cuestionamientos.
“Hoy se defiende un supuesto liderazgo (de México) que es en los hechos un alineamiento basado en afinidades ideológicas entre gobiernos o incluso afinidades personales entre titulares”, advirtió la priísta Ruiz Massieu, quien advirtió que existe una “política exterior selectiva”.
La vocación latinoamericana “no implica acercarse solo a los que tienen coincidencia ideológica”, expuso el panista Roberto Juan Moya Clemente.
El canciller rechazó esa preferencia. “No fue una cumbre de afinidades ideológicas. Participaron todos los que lo desearon, faltó Colombia y Brasil que no participa en CELAC desde hace varios años”.
Con Estados Unidos “hay una relación buena pero no sumisa, basada en el respeto” y ha dado “muchos resultados”, defendió.