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El PT se juega el registro, pero tiene recursos garantizados

Gracias a sus acuerdos de coalición, antes con el PRI, ahora con Morena, el PT ha subsistido en el sistema de partidos, con legisladores, financiamiento y programas educativos.
mié 02 junio 2021 08:42 PM
MÉXICO, D.F., 18JUNIO2015.- Pedro Vázquez González, representante del Partido del Trabajo (PT) ante el Instituto Nacional Electoral (INE), y Alberto Anaya Gutiérrez, presidente nacional del PT, encabezaron una conferencia de prensa en la sede del partido para hablar sobre las acciones que realizaran ante la posible pérdida de registro como partido político ante el INE, luego de no alcanzar el 3% de los votos a nivel nacional durante las elecciones del pasado 7 de junio.
FOTO: DIEGO SIMÓN SÁNCHEZ /CUARTOSCURO.COM
El PT consiguió su registro como partido político en 1991 y siempre ha estado bajo la conducción de un mismo líder: Alberto Anaya Gutiérrez.

Aunque se define como un partido que "cogobierna" al país, el registro del Partido del Trabajo (PT) está en juego en esta elección por la estrategia de su aliado Morena, que en varios spots hizo contracampaña a los petistas y pevemistas con el lema "marca cuatro de cuatro" para acaparar el voto a su favor.

En 2018, la aportación del PT a Morena fue de 4.3%, su mejor resultado en décadas. Para el país, ese partido ha representado la erogación de cuando menos 6,900 millones de pesos en financiamiento público de 1991 a 2021.

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El PT consiguió su registro como partido político en 1991, pero lo perdió el mismo año, aunque fue solo brevemente, por lo que contabiliza casi 30 años de existencia, siempre bajo la conducción de un mismo líder: Alberto Anaya Gutiérrez.

Aunque ese partido no tiene una presidencia, Anaya encabeza la cúpula de órganos colegiados petistas desde que tenía 44 años de edad. Hoy tiene 74 y, gracias una reforma estatutaria realizada en 2020, en medio de la pandemia, buscó volver a reelegirse junto con otros dirigentes, por 12 años más, es decir, de 2023 a 2035.

En febrero pasado, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) invalidó esa enmienda, que de haber prosperado hubiera permitido a los mandos de ese partido acumular 45 años en el liderazgo.

Así, sea por la vía de los votos de este 6 de junio o por el límite en la reelección en los cargos, esta elección federal de 2021 marcará el destino del partido de la estrella.

Mientras, Anaya aspira a llegar otra vez a la Cámara de Diputados y acumular su octava legislatura, pues ha sido diputado y senador desde 1988, aunque ese año llegó de la mano del Partido Mexicano Socialista (PMS).

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¿Salinistas?

Juan Pablo Navarrete Vela, profesor e investigador de la Universidad de la Ciénega del Estado de Michoacán y especialista en partidos de izquierda, recuerda que el PT ha sido siempre señalado como un partido “salinista”.

Esto porque se considera que el expresidente Carlos Salinas –quien fue compañero de Anaya en la Escuela Nacional de Economía– impulsó la creación de ese partido para dividir a la izquierda que había amenazado su llegada al gobierno, en 1988, con Cuauhtémoc Cárdenas y el Frente Democrático Nacional (FDN), que reunió a expriistas con fuerzas de izquierda.

Lo cierto es, considera Navarrete, que el PT es un partido que en sus 30 años de existencia no ha dejado nunca de ser una fuerza minoritaria y escaso crecimiento.

La muestra es que en 2015 estuvo a unos cuantos votos de perder el registro como partido político al no alcanzar el 3 % de la votación nacional, recuerda también Javier Santiago Castillo, exconsejero del Instituto Nacional Electoral (INE) y académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

En la 63 Legislatura, de 2015 a 2018, el PT se quedó sin grupo parlamentario y estuvo muy cerca de quedarse sin registro. Hoy gracias a que se coaligó con Morena y su candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, tiene 46 diputados y peleó por ser la tercera fuerza en la Cámara de Diputados para presidir la mesa directiva, aunque se quedó en el camino.

Ambos especialistas reconocen que la relevancia del PT, más que sus votos en elecciones, es el papel que puede representar en esa Cámara y para dar a Morena la mayoría calificada de 333 votos necesarios para aprobar reformas constitucionales que, sin embargo, aún estarían cuesta arriba pues en el Senado es la oposición la que tiene mayoría y puede frenarlas.

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“El PT es más una fuerza simbólica que lo que representa en votos”, establece Navarrete Vela al señalar como muestra la votación alcanzada en la elección presidencial de 1994, en que tuvo candidata presidencial propia, Cecilia Soto, y alcanzó 2.7% de los votos, porcentaje que es una constante para ese partido, que sólo llegó a 4.3% en 2018.

Ideológicamente, tampoco aporta, pues aunque es una fuerza de izquierda en cuanto a sus propuestas y documentos, sus gobiernos (municipales) no hacen diferencia.

En el Legislativo, en tanto, “a pesar de que sus estatutos digan que es de izquierda radical, anti capitalista, anti imperialista, laborista, ecosocialista”, en realidad en su forma de actuar “suele ser más moderado y respalda las políticas del gobierno.

Antes fue “cooperativo” con otras administraciones y ahora con Morena también lo es, expone el especialista.

“No me preocuparía si se dice Partido del Trabajo y efectivamente defiende o no a sus trabajadores o los del país, sino si puede considerarse un partido relevante para la toma de decisiones y ese es el reto de partidos de este tamaño como el PT, el Partido Verde o Movimiento Ciudadano, porque tras años de fundación no logran captar más allá de 5 y hasta 8 % de la votación, no pasan de ser partidos minoritarios y no ganan por sí solos”, establece.

Alianzas de gobierno

En 2017, la esposa de Anaya, María Guadalupe Rodríguez, fue investigada por presunto lavado de dinero, al detectársele un depósito de 100 millones de pesos hecho por el gobierno de Nuevo León a su cuenta bancaria personal.

La hoy diputada local en Nuevo León libró las investigaciones al año siguiente, en que se retiraron los cargos tras denunciarse las presuntas presiones del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al PT, en supuesta “venganza” por la alianza que éste forjaba con Morena y López Obrador para contender en 2018.

Lo cierto es que los recursos se habían recibido y no sólo eso, sino que el PT y organizaciones afines han recibido millones de pesos desde 2008 a la fecha, presuntamente para operar Centros de Desarrollo Infantil (Cendis) y otros centros de enseñanza.

Desde 1990 y vía diversas asociaciones civiles, el PT administra 80 Cendis en 18 estados del país, mismos que año con año ha buscado regularizar con recursos etiquetados, y crear mil 200 plazas de trabajo.

En 2017, una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad reveló que el programa Fortalecimiento a la Educación Temprana y el Desarrollo Infantil (creado en 2008) destinó 425 millones de pesos a asociaciones civiles y organismos públicos descentralizados ligados al PT en los estados de Chiapas, Nayarit, Colima y Zacatecas.

La misma organización dio a conocer que para 2020 se destinaron 800 millones de pesos.

Y en total, desde su creación, a través de ese programa –que ha sido observado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) por opacidad– se han entregado a organizaciones vinculadas al PT más de cinco mil millones de pesos de recursos federales.

Pero ese apoyo que inició con gobiernos del PRI se mantiene ahora con la administración de Morena y forma parte de los acuerdos del PT con López Obrador. Fue así que éste canceló desde 2019 las estancias infantiles, pero mantuvo los Cendis petistas.

Además, esa fuerza política recibe recursos de gobiernos estatales, y en 2015 se reveló que el exgobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, entregó al PT otros 60 millones de pesos vía la Universidad de Nuevo León “Emiliano Zapata” A.C., que también dirigen cuadros petistas.

Aliados y adversarios de Morena

El PT hoy es la sexta fuerza política gracias al cobijo de Morena, pues con ese partido y con Encuentro Social (PES) formó la Coalición Juntos Haremos Historia, que en 2018 llevó al triunfo al hoy presidente Andrés Manuel López Obrador.

Es por esa razón por la que el PT se asume como parte del gobierno de la “cuarta transformación”. Pero aunque son aliados, el petismo ha peleado a Morena más diputados, posiciones y recursos.

En 2018, denunció a Morena ante el TEPJF por haber registrado a 35 militantes morenistas como si fueran petistas pero “no fueron elegidos conforme a los procedimientos internos, no fueron postulados ni propuestos por el Partido del Trabajo”.

La denuncia se hizo, pues por esa maniobra, que Morena aplicó también al PES, el partido guinda pudo sobrerrepresentarse en San Lázaro pero quitó a los petistas seis diputados plurinominales.

Pese a ese tipo de disputas, el académico Navarrete Nava establece que el acuerdo PT y Morena continuará vigente, pues se trata de un acuerdo de participación electoral que resulta beneficioso para ambas partes.

Sin embargo, hacia el futuro, considera que tras las elecciones de 2021 los partidos tendrían que replantear sus valores y ver si siguen siendo adecuados para la época, “e ir a un proceso de revisión de su ideología”.

En el caso del PT “si hablamos de anti-capitalismo, anti-liberalismo, una vez que esto ya ha quedado en el pasado con la desintegración de la Unión Soviética y otros cambios en la escena mundial, un discurso de este tipo parece estar desfasado”.

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