"(Se usó) una metodología amplia que observa los costos económicos y no solo los contables", argumentó. "Lo sustantivo es evaluar los resultados del ejercicio de los recursos, el avance de la atención de los problemas públicos y el impacto real de la gestión... No hay discrepancias, se sigue una metodología y hay derecho de réplica para solventar temas, en el marco de un proceso que permita arribar a un buen puerto con cifras y cantidades".
Ante los legisladores, consideró importante superar una falsa disyuntiva sobre dos criterios y enfoques metodológicos, porque ambos tienen sustento constitucional, legal y técnico.
"No es la intención pretender imponer una cifra sobre otra (...) Sería inadecuado establecer en este momento cifras definitivas, más aún si el proceso de seguimiento de auditoría se está desarrollando", dijo.
"Injusto, cuestionar la credibilidad de la ASF"
A raíz de las críticas que esta situación ha generado contra la ASF, Caso señaló: "No es justo que por un informe individual, dentro de 1,400 y otros tantos, se ponga en tela de juicio la credibilidad de una institución tan seria como la Auditoría Superior de la Federación".
Aseguró también que nunca ha sido presionado por nadie y que el órgano fiscalizador no obedece a intereses externos.
En varias ocasiones, reiteró que no hay un error en el informe, sino una metodología que arroja estimaciones, no cifras definitivas, porque la cancelación del NAIM aún no concluye totalmente.