El dirigente interino de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar, así como la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y el senador Martí Batres manifestaron su desacuerdo con el Partido del Trabajo (PT), uno de sus aliados, por haber sumado al experredista Mauricio Toledo a sus filas para así poder hacerse de la presidencia de la Mesa Directiva de San Lázaro.
En respuesta, el diputado petista Gerardo Fernández Noroña, quien ha manifestado su interés por presidir la Cámara de Diputados, reclamó a Ramírez Cuéllar, Sheinbaum y a Batres respaldar “el regreso de la vieja clase política caduca y corrupta para presidir” la Cámara baja, en referencia al PRI con quien Morena había acordado al inicio de la legislatura que presidiera este órgano legislativo durante el último año de este ejercicio.