Porfirio Muñoz Ledo, el diputado crítico de Morena

“¡No somos un partido de Estado!”, reclamó cuando sus compañeros de Morena votaron en contra de la moción para modificar el formato de la comparecencia y que se le permitiera exponer sus argumentos.

En entrevista posterior, Muñoz Ledo acusó a Morena de evitar que se presentarán las pruebas ante la presidenta de la CNDH.

“Por eso quería que estuviera ella (Rosario Piedra), mi propio partido evitó que viera las evidencias. El uso de la fuerza indebida contra migrantes, una burla a los compromisos de ingreso al país que están escritos en el artículo 11 de la Constitución”, dijo.

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El legislador agregó que fue “muy doloroso” que le impidieran tomar la palabra.

El decano de los legisladores, incluso, resaltó que existe miedo a ver la situación:

“Se tuvo miedo a la verdad de la represión. Está en video, está en mi Twitter: fue una golpiza monumental. Cómo arrollan a los niños, y toda una versión que se dio en la mañana de que los golpean ahorita… para que no los golpean después, que fue para protegerlos”, acusó.

Sobre lo que está sucediendo con las caravanas migrantes, explicó que el Estado sólo se ha concentrado en ejercer el monopolio de la fuerza.

Y recordó los tiempos cuando militaba en el PRI y demandó que los candidatos no se eligieran "por dedazo".

“No lo entendieron, creyeron que yo estaba ofendiendo al gobierno. Me dio mucha pena. Recuerdo los días en que propusimos en el partido para elegir campañas internas y que no hubiera dedazo. Nos llevaron a extremo y nos atacaron en el pleno”, rememoró.

Polémico en el tema migratorio

La polémica ha ido abrazada a la trayectoria del cuatro veces diputado y una vez senador; fue polémico en el PRI y al dejar el PRI; lo fue en el PRD y al dejar el PRD, y lo es ahora en Morena y algunos columnistas ya auguran que dejará Morena.

En esta ocasión, el tema migratorio fe lo que lo separó de sus actuales compañeros de Morena.

Durante la comparecencia del subsecretario para América Latina y El Caribe, Maximiliano Reyes, el exasesor de la Presidencia en 1960 echó mano de su conocimiento histórico y comparó, de botepronto, las estaciones migratorias con campos de concentración de Auschwitz.

“Vamos a los hechos, no se está cumpliendo nada de lo que está escrito en el papel; la condición, y tengo películas si quieren, tengo datos duros en el sentido del hacinamiento de los migrantes, de los mexicanos, parecen cuevas. Hay una foto de Auschwitz, el campo de concentración nazi y los campos que se están poniendo en México. Esos son los hechos”, acusó.

En octubre pasado, en medio de la comparecencia de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, Porfirio calificó la frontera sur como un “desastre”.

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En junio pasado, cuando todavía era presidente de la Mesa Directiva, Porfirio acusó al canciller Marcelo Ebrard de invadir funciones de la Secretaría de Gobernación.

“De facto, esas atribuciones las ha absorbido la SRE, que ayer dio órdenes al comisionado de Migración, violando la ley interna para satisfacer una demanda de Estados Unidos. La conexión entre lo migratorio y lo económico es obvia, nos están apretando las tuercas no sólo con los aranceles”, criticó.

Polémico en otros temas

Los diferendos de Porfirio en este primer año no han sido monotemáticos; han sido diversos como los cargos de Porfirio: exembajador, exsecretario de estado, expresidente de partido, exmuchas cosas más.

A inicios de este año, criticó las reformas que propuso la Fiscalía General de la República (FGR) para tener más facultades.

“Con los dientes que tiene la FGR todavía no ha masticado con ellos; entonces, si ellos llevan a la justicia los temas más importantes y a las gentes que los cometieron, cuando lo haga, pues lo volvemos a discutir”, recriminó.

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En agosto pasado, también estuvo en medio de la polémica cuando se publicó una foto de él junto al entonces presidente de la Mesa Directiva del Senado, Martí Batres.

Muñoz Ledo dijo que no había autorizado a que se publicara su fotografía y dijo que no se regía “por compadrazgos”.

También, al inicio de la legislatura, acusó al diputado petista, Gerardo Fernández Noroña, de “golpeador”, cuando éste quiso provocarlo diciendo que no debió ir al último informe de gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto.