Juan Zepeda, un rockero con filtro naranja, ofrece levantarle la voz al régimen

Nacido en Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, en 1968, Juan Zepeda cuenta que la migración forma parte de su vida. Al concluir su formación en el Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM se fue a California, Estados Unidos. Ahí, como migrante indocumentado pasó 12 años trabajando como mesero, jardinero y repartidor de pizzas.

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Sin embargo, su preparación académica no la dejó. Al regresar a México, estudió la licenciatura en Derecho; después cursó una maestría en Juicios Orales y Sistema Acusatorio, y hasta hace algunos meses estudiaba el doctorado en Derecho Parlamentario por la Universidad Autónoma del Estado de México.

Bajo las siglas del PRD, Juan Zepeda fue presidente del Comité Ejecutivo Municipal, subdirector de Gobierno, síndico procurador en Nezahualcóyotl, candidato a gobernador del Estado de México y senador de la República.

Zepeda reconoce que varias fuerzas políticas lo invitaron a sumarse, sin embargo, optó por Movimiento Ciudadano porque coincide en tres aspectos: en la agenda programática, hay una generación de jóvenes con los que se identifica y la libertad de actuación que le garantiza esa fuerza política.

“Movimiento Ciudadano me garantiza disentir cuando tenga que disentir. Aunque me gusta ser disciplinado, también tenemos derecho a disentir, y eso me lo garantiza Movimiento Ciudadano”.

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A MC le ofrezco mi esfuerzo

Juan Zepeda era uno de los perredistas con más fuerza en el Estado de México. Al preguntarle si ahora, como emecista, su tarea es llevar la presencia de ese partido a tierras mexiquenses, señala: no hemos hablado de eso. Yo llego a Movimiento Ciudadano agradecido porque me abrieron la puerta, pero no hay ninguna condicionante.

“Ofrezco mi esfuerzo, no sé para qué alcance, vengo solo; vengo con el esfuerzo y la forma con la que siempre he hecho política que es caminar con la gente, recorrer calles, me gusta ese contacto con la gente, eso es lo que ofrezco mi esfuerzo para poder juntos hacer crecer este proyecto”.

En diciembre de 2018, Juan Zepeda solicitó licencia para separarse del cargo como senador de la República porque sería intervenido a una cirugía médica. Tras casi nueve meses de ausencia, Juan Zepeda se reincorporó a sus labores en la oficina 25 del quinto piso del recinto legislativo de Reforma. Aunque evalúo si era conveniente regresar o no como senador independiente, decidió que lo mejor era sumarse a una fuerza política.

Afirma que al PRD no solo le tiene cariño, sino agradecimiento, por lo que tras su salida no hablará mal de ese instituto político como lo han hecho otros.

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“En el pasado, prácticamente, todas las rupturas de mis compañeros se dan en momentos de candidaturas de por medio, salen lesionados, enojados, esas rupturas son muy traumáticas, de tal suerte de que cuando salen solo van con un objetivo: dañar al PRD. Se van hablando mal, se van imputando cosas, se van pateando la puerta de la casa donde vivieron. Yo no quería verme en esa coyuntura”.

Lo que sí, reconoce, es que para Movimiento Ciudadano que tiene su bastión político en Jalisco, representa un reto tener más presencia en el Valle de México e ir convenciendo a los mexicanos de que es una opción política atractiva. A concretar ese desafío se podría sumar la experredista Alejandra Barrales, pero eso depende de ella, sostiene.

Dice que, desde el Senado de la República, será una voz más que haga evidentes los errores del gobierno de la República.

Lo que sí, dice es que la oposición debe repensarse y no decir a todo no, sino más bien acompañar al Presidente en aquellas acciones que busquen el bienenstar de los mexicanos.

Sobre el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, menciona que han sido meses de claroscuros, en los que se le reconoce que esté volteando a los pobres, pero se le critica que él “tenga otros datos” en rubros donde es evidente que no hay avances.