“Donde antes había palmeras muertas habrá arboles hermosos, majestuosos, florales como queremos que se vea toda la ciudad”, explicó la mandataria capitalina.
El Programa de Atención Integral a las Palmeras de la Ciudad de México se concentrará en las alcaldías Benito Juárez, Cuauhtémoc, Coyoacán y Miguel Hidalgo, en donde se encuentran cerca del 85% de las palmeras.
Las palmeras en la ciudad son originarias de las Islas Canarias y llegaron a México al inicio del Siglo XX. Sin embargo, tanto en territorio mexicano como en otros países presentan un declive y vulnerabilidad cada vez mayor ante plagas, las cuales pueden debilitar sus troncos y raíces, lo que genera un riesgo ante posibles caídas.
“Las palmeras se convirtieron hoy en un riesgo para la seguridad de la ciudadanía por su estado de declinación severa”, señaló Brugada.
Entre los árboles nativos que serán plantados se contemplan ejemplares de duraznillo, tejocote y arrayan, al considerarse adecuados al clima de la Ciudad de México y que no afectan el pavimento por sus raíces.
Durante los próximos meses trabajarán en el retiro y sustitución de palmeras alrededor de 200 trabajadores de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) y de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse).
Se proyecta dar continuidad al programa hasta retirar todas las palmeras que estén en declive severo o muertas en pie en la Ciudad de México, a la par de un monitoreo de las palmeras sanas y los nuevos árboles.
La jefa de Gobierno indicó que los troncos de las palmeras retiradas serán convertidos en muebles urbanos que serán colocados en diversos parques de la ciudad.