Juan Manuel Núñez, académico del Centro Transdisciplinar Universitario para la Sustentabilidad (CENTRUS) de la Universidad Iberoamericana, pone como ejemplo que se desconoce cuánta agua tiene aún el acuífero y cuánta se extrae.
Tampoco tenemos mucho conocimiento de lo que sucede del nivel del suelo hacia abajo de esta ciudad. Es decir, sabemos que está el acuífero del cual extraemos agua (…) pero no sabemos cuánta agua queda, lo que sabemos es que extraemos más agua de la que recargamos.
Juan Manuel Núñez, académico de CENTRUS.
Cada año se estima que el acuífero del Valle de México se recarga con alrededor de 700 millones de metros cúbicos, pero se le extraen un estimado de 1,300 millones de metros cúbicos de agua, de acuerdo con el artículo ‘El agua en la Ciudad de México’ publicado en la Revista Ciencias de la UNAM .
El plan de absorción capitalino
Este 2025 se realizará la rehabilitación de 93 pozos de absorción y sumideros ya existentes en las alcaldías Iztapalapa, Tlalpan, Álvaro Obregón, así como la construcción de seis pozos de absorción nuevos en Tlalpan, Xochimilco e Iztapalapa, además de una represa de infiltración en Cuajimalpa.
“Es pensando en que el cuerpo de la ciudad tiene desequilibrios y entonces vamos a intervenir en muchos puntos de la ciudad, en donde podamos lograr infiltrar millones de litros de agua de lluvia”, aseguró la mandataria capitalina al presentar el programa el 30 de junio.
Brugada aseguró que la construcción de nuevos pozos de infiltración continuará en los próximos años y que cada obra nueva realizada por el Gobierno de la Ciudad de México deberá tener uno de estos pozos, incluyendo las 100 Utopías que proyecta construir en su sexenio.
Para que los pozos de infiltración puedan contribuir a recargar al acuífero un factor vital es su localización, señala Jesús Campos, vicepresidente del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM).
“Tendríamos que estudiar muy bien en dónde construir esos pozos de absorción porque si los hacemos en zonas en donde son de arcillas difícilmente los pozos de absorción van a tener éxito. Creo que esos pozos de absorción tendrían que ser en zonas volcánicas, en donde se facilite la infiltración del agua”, explica el especialista.
Para esta primera etapa de ‘Acupuntura hídrica’ se destinará alrededor de 30 millones de pesos y al estar listos los 100 pozos y puntos de absorción.
Cada pozo tendrá una capacidad de infiltrar alrededor de 25 litros por segundo, por lo cual al estar todas las obras terminadas se contará con el potencial de infiltrar 2,500 litros por segundo en la ciudad, aunque el agua que se infiltre dependerá principalmente de la cantidad y frecuencia de las lluvias según explicó Mario Esparza, secretario de Gestión Integral del Agua.
El riesgo en la estrategia
El acuífero es la fuente desde la cual se dota a través de pozos de extracción alrededor del 70% del agua que se consume en la ciudad, mientras el resto proviene del Sistema Cutzamala.
Los pozos de absorción tienen el objetivo de permitir o acelerar la infiltración del agua al acuífero, en especial en zonas cubiertas en su mayoría por superficies impermeables, como el asfalto y el cemento de caminos, banquetas, casas y edificios.
Sin embargo, los pozos de absorción pueden significar un riesgo más que una solución si no se evalúa de cerca la calidad del agua que se infiltra, advierte Luis Zambrano, investigador en el Instituto de Biología de la UNAM.
El investigador explica que “son como una jeringa directa al acuífero" para reducir el tiempo que pasa el agua infiltrándose hasta esas zonas del acuífero, que pueden ser 200, 300, 600 metros, lo que puede tardar mucho tiempo.
“Los pozos de absorción aumentan la velocidad en la cual se recarga el acuífero, pero si esa agua está contaminada, es como que estamos metiendo nuestras venas agua de Chapultepec: se va a contaminar el acuífero. Entonces sí, se tienen que hacer con mucho cuidado”, señala el doctor en Biología Básica por la UNAM.
Por ello es necesario implementar estándares y evaluaciones continuas de la calidad del agua a infiltrar durante su recolección, almacenamiento y tratamiento, indica Zambrano.