Brugada sostuvo que junio es el mes más lluvioso desde 1991, pues cayeron 337 millones de metros cúbicos de agua, el doble del promedio histórico.
No obstante, reconoció que la capital vive una contradicción: mientras se sufre por escasez de agua potable, durante la temporada de lluvias hay temor ante el riesgo de inundaciones.
“Tiene que ver con el cambio climático, pero tiene que ver con algo más profundo. Tiene que ver con la manera desequilibrada como hemos tenido la relación de agua en esta ciudad.
“Queremos que cuando llueva tengamos un drenaje pluvial, pero todos son tubos y tubos, entonces tenemos que estar pensando en proyectos alternativos”, dijo la mandataria.
Mario Esparza, secretario de Gestión Integral del Agua, detalló que la inversión será de unos 30 millones de pesos y los pozos de infiltración (cuya función es acelerar la infiltración de agua al subsuelo) serán instalados en Iztapalapa, Álvaro Obregón, Magdalena Contreras, Tlalpan y Milpa Alta, así como en la zona sur de la ciudad.
El funcionario explicó que cada pozo tendrá unos 35 metros de profundidad, con una capacidad de infiltrar unos 25 litros de agua por segundo, por lo cual cuando estén todos los pozos instalados en la ciudad se podrán infiltrar 2,500 litros cada segundo, aunque la infiltración real dependerá del volumen de agua de lluvia.
A la par se prevé destinar alrededor de 120 millones de pesos para el desazolve de presas y canales de la capital, con la proyección de sacar 144,000 metros cúbicos de desechos para disminuir el riesgo de inundaciones ante las lluvias.