La vía penal, poco eficaz contra la discriminación
Geraldina González de la Vega, presidenta del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred CDMX), señala que la vía penal ha probado ser ineficaz para combatir estos hechos.
“Está redactado sin una perspectiva de derechos humanos y carece de técnica jurídico penal, para el Ministerio Público es muy difícil acreditarlo. (…) Es un tipo penal que ha sido ineficaz y eso se traduce en esta percepción de impunidad porque el número de denuncias es altísimo”, afirma en entrevista con Expansión Política.
La discriminación es un delito asentado en el Código Penal local, el cual –según el Artículo 206– se castiga con una pena de uno a tres años a prisión o de 25 a 100 días de trabajo comunitario, así como una multa de entre 50 a 200 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA), que equivale desde 5,657 hasta 22,628 pesos este 2025.
Sin embargo ha habido pocas sanciones, pues entre 2011 y 2021 apenas cuatro personas fueron condenadas por discriminación.
Más allá del caso de "Lady Racista" que se viralizó en redes sociales, la titular del Copred CDMX señala que la discriminación es un problema que se ha normalizado en la sociedad mexicana.
“Tuvimos la suerte de que alguien lo grabara y que podamos hablar sobre esto, denunciarlo socialmente, señalarlo como intolerable, pero sabemos que eso sucede todos los días en nuestro país: hacia policías (…) hacia personas guardias de seguridad, hacia personas empleadas, en general personas racializadas”, explica.
En la Ciudad de México el 25.2% de las personas considera que alguna vez ha sido discriminada. Los habitantes de la capital identifican a las personas de piel morena, indígenas y mujeres como los grupos más discriminados, de acuerdo con la ‘Encuesta sobre discriminación en la Ciudad de México 2021’.
González de la Vega indica que pocas personas denuncian o presentan una queja ante Copred CDMX ante la percepción de que no habrá algún cambio, así como por la alta frecuencia de las prácticas discriminatorias.
“La gente no confía en la denuncia o prefiere no denunciar porque están tan normalizadas y son tan cotidianas estas prácticas que realmente lo que nos dicen es ‘no voy a ir a Copred cada vez que voy a hacer mi súper porque cada vez que voy me sigue el policía de la tienda de autoservicio”, sostiene.