Investidura, caravana y ceremonia indígena adornan primer día de Brugada en CDMX

Después de un largo proceso de precampaña, campaña y transición, este 5 de octubre Clara Brugada, quien se autodefine como luchadora social, asumió como la primera jefa de gobierno electa, tras gobernar Iztapalapa, la demarcación más poblada de la Ciudad de México.

Miles de personas de diferentes alcaldías de la capital se congregaron en las inmediaciones del Congreso de la Ciudad de México para presenciar el momento del arribo de Clara Brugada a la ceremonia de toma de protesta como jefa de gobierno.

A pesar de las horas de espera, los ánimos de los asistentes no decayeron. Entre consignas y porras, el apoyo popular de distintos sectores sociales hacia Clara Brugada se hizo evidente.

Pasadas las 9:00 de la mañana, Brugada arribó al recinto de Donceles y Allende, dejando atrás sus tradicionales y coloridas vestimentas artesanales para lucir un elegante vestido blanco adornado con un gran moño plateado que caía desde su hombro izquierdo hasta la cintura, un atuendo que reflejaba la sobriedad y solemnidad del acto en el cual sería investida como jefa de gobierno.

Desde su llegada al Congreso, Brugada estuvo escoltada por diputados de todos los grupos parlamentarios. Al interior del recinto varios invitados especiales, entre secretarios de estado, líderes políticos, integrantes de su gabinete y representantes de los poderes de la unión, ya esperaban el momento de su arribo al pleno para lanzar porras y frases como “Jefa de Gobierno” y “Sí se pudo”.

Tras los posicionamientos de diputados locales, la sesión del Congreso hizo una pausa por algunos minutos para recibir a la presidenta Claudia Sheinbaum, quien acompañó a Brugada para su toma de protesta.

Su discurso estuvo centrado en resaltar el trabajo que está por venir y la lucha de las mujeres para ganar espacios en el poder.

“No tenemos derecho a fallar, soy una mujer que persevera, que conoce el significado de luchar, que no se detiene ante la adversidad, que ha caminado y seguirá caminando las calles para escuchar al pueblo. Como mujer, luchadora social y ahora como jefa de Gobierno trabajaré con alegría, pero también con firmeza.” remarcó.

Sectores sociales arropan a Brugada

Posterior a su toma de protesta, Clara Brugada, acompañada de invitados especiales, abordaron tres turibuses en los que se trasladaron al Teatro Metropolitan, donde encabezó un evento dirigido a los habitantes de la capital.

Aunque estuvo arropada en todo momento por legisladores, senadores, alcaldes y alcaldesas morenistas, los protagonistas en este evento no fueron los políticos, sino representantes de distintos sectores de la sociedad con quienes compartió el escenario.

Ahí se encontraban: Anastasia, productora de nopal; César, joven skate; Vicente, repartidor de apps de comida, y Víctor Hugo, quien es taquero.

"¡Es un honor estar con Clara hoy!", vitorearon los asistentes a la nueva mandataria de la ciudad.

Una colorida Caravana y ceremonia indígena.

Un tercer acto en la agenda de Clara Brugada ya como jefa de gobierno fue una caravana por la calle 5 de mayo, desde el Eje Central, en la que estuvo acompañada por diputadas y alcaldesas de Morena.

A su paso, la mandataria se encargó de saludar –aunque sea a la distancia– a los miles de vecinos de las alcaldías que acudieron a ver el paso del contingente.

Grupos de banda, bailarines, chinelos de Xochimilco y batucadas acompañaron el contingente para animar el evento, mientras que los secretarios y secretarias del nuevo gabinete repartieron flores a las mujeres que asistieron a la caravana.

El evento culminó con una ceremonia en el Zócalo, presidida por representantes de los pueblos indígenas y originarios de la Ciudad de México. Durante el ritual, encendieron un cirio que simboliza la llama de la esperanza y entregaron a Clara Brugada el bastón de mando, un acto que representa el reconocimiento y confianza de estos pueblos hacia la nueva jefa de Gobierno.

Después de la ceremonia, Clara Brugada ingresó al Antiguo Palacio del Ayuntamiento para recibir su oficina, acompañada de los integrantes de su gabinete y equipo cercano. Desde un balcón, Brugada saludó a los asistentes al Zócalo, un "ritual" que todos los jefes de gobierno acostumbran hacer en su primer día.

Con información de Shelma Navarrete