Un problema de salud pública
El requerir el uso de cascos certificados es solo una de las medidas con las que el Gobierno capitalino ha intentado frenar la muerte de motociclistas.
Desde el 31 de julio de 2021 se lanzó la licencia para motociclistas Tipo A, en la cual -en contraste con quienes conducen automóviles- se les requiere pasar un examen de conocimiento del Reglamento de Tránsito local, así como una prueba práctica de destreza de conducción y una revisión de su vehículo.
Pese a ello, los fallecimientos de conductores en dos ruedas han persistido e incluso incrementado los últimos años en la Ciudad de México.
"En México como en muchas partes del mundo están aumentando de manera muy rápida las muertes en siniestros de tránsito de personas que van en moto o donde está involucrada una motocicleta. En la Ciudad de México, por ejemplo, hace un par de años, ya hubo más motociclistas que fallecieron que personas a pie", destaca Peón.
En la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) el uso de casco en motociclistas ya es mayoritario, pues el 80% de los usuarios lleva casco completo entre semana y 74% lo hace los fines de semana, de acuerdo con el estudio ‘Uso de cascos seguros en México’, realizado por el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP) en colaboración con FIA Foundation y la Coalición del Casco.
Solo el 15% de usuarios llevan casco de cara abierta, media cabeza o tropical y apenas 5% no llevan ninguno.
No obstante, y pese a usar casco, cuando estos son no homologados o certificados pueden crear nuevos riesgos, indica el estudio realizado por ITDP.
Los principales riesgos que corren son que estos cascos al ser de un material inadecuado, puedan astillarse al momento de un incidente de tránsito y resultar en lesiones craneoencefálicas. Lo anterior, debido a que los cascos sin certificación se rompen más fácilmente.
El otro problema es crear una falsa sensación de seguridad, pues las personas pueden exponerse a más comportamientos de riesgo, como circular a mayor velocidad o por vías principales, al pensar que están protegidas, cuando no lo están.
Por ello, la Coalición del Casco ha impulsado que se exija el uso de cascos homologados con los gobiernos estatales, así como ofrecer modelos accesibles de costo por parte de la industria privada.
El Gobierno capitalino ha hecho sus propios esfuerzos. La Secretaría de Movilidad comenzó a entregar en enero de este 2024 cascos certificados de forma gratuita a motociclistas, a partir de la entrega de vales. También realizó dispositivos viales aleatorios de revisión en distintos puntos de la ciudad.
Los cascos gratuitos fueron dados a motociclistas que tuvieran uno en malas condiciones, contaran con licencia, placa y tarjeta de circulación de la Ciudad de México, no llevaran a más de dos personas en el vehículo y asistieran a la Motoescuela de la Ciudad para mejorar sus habilidades.
Por ejemplo, en el Hospital General Xoco se atendieron a 5,488 personas por accidentes de tránsito entre el 1 de enero y el 31 de mayo de 2024, de los cuales 976 –el 18%– fueron incidentes en motocicleta, de acuerdo con la Secretaría de Salud de la Ciudad de México.
De estas personas 13% presentó lesión cerebral traumática; 10.2% trauma de tórax o abdomen; 8.3% politraumatismos; 30% fractura de miembro pélvico y 40% lesiones menores, como esguinces, contusiones y raspaduras.
Brodziak considera a las muertes y lesiones de motociclistas como un problema de salud pública, sin embargo, no se atiende desde esta perspectiva por parte de las autoridades.
"Salvo lo que alcance a proteger el casco, no hay más seguridad pasiva (para los motociclistas). Por ejemplo en los vehículos como autos o camionetas tienes el cinturón como seguridad pasiva, la bolsa de aire, el habitáculo, el pilar ante un choque frontal. En una moto más que las pequeñas protecciones que pueda tener la chamarra, los guantes, las botas, el pantalón y el casco, es una capa muy pequeña de seguridad pasiva que tienes", señala especialista del Poder del Consumidor.
"En un siniestro un casco certificado sí puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, en comparación con traer un casco no certificado o no traer casco",
Stephan Brodziak, coordinador de Seguridad Vehicular del Poder Del Consumidor.