El PRUVI buscaba poner vivienda accesible a los capitalinos con precios entre 450,000 a 1.2 millones de pesos con un mínimo de 45 metros cuadrados.
“Estamos hablando de miles de viviendas que antes los habitantes de la ciudad, nuevas familias que se están formando, familias diversas, no tenían espacio en la ciudad y hoy a partir de este programa van a poder tener espacio en la ciudad”, anunció Sheinbaum el 4 de noviembre de 2019 en conferencia de prensa.
El programa ofrece a los desarrolladores inmobiliarios beneficios fiscales y facilidades en trámites –que pueden durar dos años o más– a cambio de destinar una parte de cada proyecto a vivienda asequible.
El Gobierno capitalino modificó el programa en 2022 para hacerlo más atractivo para los inversionistas y constructores: bajó de 30% a 20% el porcentaje de viviendas por proyecto que debían ser accesibles y subió el tope de precio de 1.1 a 1.4 millones de pesos.
Además se amplió de 12 corredores a 23 corredores y siete zonas de desarrollo en la ciudad, en puntos como Calzada de Tlalpan, Atlampa, Zona Rosa, Circuito Interior, Calzada Ignacio Zaragoza, entre otras.
Incluso, el programa ofreció construir más niveles de los establecidos en el Uso de Suelo al poder acceder a un Sistema de Transferencia de Potencialidad de Desarrollo, instrumento con el cual un desarrollador puede transferir niveles que no construyó en un predio en una zona de la ciudad a otro predio.
El PRUVI busca incentivar la producción de vivienda accesible de mercado para aumentar la oferta y con ello disminuir los costos, en zonas que ya cuentan con servicios e infraestructura como agua potable, transporte público, acceso a escuela y centros de salud.