Después de dos años de restricciones de aforo por la pandemia de Covid-19, los panteones de la Ciudad de México registraron una gran afluencia de personas que acudieron este 2 de noviembre a compartir momentos en familia y recordar a sus difuntos con música y con la comida que más le gustaba en vida.
Desde temprana hora, decenas de familias a pie y en vehículos acudieron al panteón de San Nicolás Tolentino, en Iztapalapa, con todo lo necesario para adornar la tumba de sus seres queridos: rollos o macetas de flor de cempasúchil, nube y terciopelo, especies típicas de la época. También llevaron pintura y brochas para darle una “manita de gato” a las cruces, la tumba o capilla.
Algunos adornaron con papel picado, veladoras, incienso y colocaron una fotografía de la persona fallecida.
Aunque las filas fueron largas, estas avanzaron pronto, pues a diferencia del año anterior cuando hubo restricción de aforo y horarios por la pandemia, en esta ocasión no fue un requisito indispensable el uso del cubrebocas, aunque había anuncios sobre su recomendación, tampoco hubo filtros para aplicación de gel antibacterial.
El único filtro colocado en la entrada del panteón fue el implementado por autoridades de Iztapalapa en materia de seguridad, en el que participó la Guardia Nacional para una revisión rápida de las pertenencias de los asistentes, así como cajuelas de vehículos y evitar el ingreso de bebidas alcohólicas, armas y objetos que pudieran representar un peligro.
Parte de lo asegurado por las autoridades fue: cartones de cerveza, machetes, cuchillos largos y hasta tanques de gas LP de 20 kilos.
Una vez al interior del panteón de San Nicolás Tolentino, los asistentes dejaron aún lado la tristeza que pudiera representar la ausencia de sus seres queridos y lo convirtieron en una fiesta donde la música, el aroma a flores e incienso son el común denominador.
Familiares de Félix Cayetano, quien falleció hace un año, acudieron a su tumba para adornarla con flores de cempasúchil y cantar con mariachi.
“Venimos a festejar a mi abuelo, un día como hoy falleció, a él le gustaba mucho la fiesta, el despapaye y venimos a celebrar así como le celebramos en vida”, afirmó una de las familiares.
"A él le gustaba mucho la fiesta, el 'despapaye'", dicen los familiares que visitan hoy a Félix Cayetano. pic.twitter.com/zk5SCFgaPk
La familia Ibarra Guerrero celebró a sus difuntos con música de marimba, baile y un banquete que incluyó mole, arroz, chicharrón en salsa y tacos placeros.
Algunas familias también colocaron bocinas para reproducir la música que más le gustaba a sus difuntos, aunque la mayoría hacían alusión a la ausencia. “No volveré” de Antonio Aguilar, “No hay novedad” de Los Cadetes de Linares, “Amor Eterno” de Juan Gabriel, fueron algunas de las canciones. También se escuchó música de José José, Vicente Fernández, Pedro Infante y José Alfredo Jiménez.
Autoridades de la alcaldía Iztapalapa estimaron un aforo de más de 200 mil personas en los tres panteones civiles y siete vecinales.
Autoridades de la alcaldía Tlalpan reportaron un aforo de más de 10,000 personas en sus 11 camposantos y 75,000 en nueve ubicados en la alcaldía Álvaro Obregón.