Daniel recibió una llamada de la persona que le renta su departamento ubicado en la alcaldía Azcapotzalco quien le cuestionó si había dejado ingresar a dos personas en la tarde aproximadamente a las 17:00 horas de este lunes, cuando los habitantes de la Ciudad de México resintieron un temblor de magnitud 7.7, a lo que él joven respondió que sí.
“(Entre) dos o 3 horas después me marcó la persona que me renta el departamento y me comentó, ´oye, ¿tú dejaste pasar a dos personas hace rato?´ Es que eran rateros, querían pasar a un departamento, (aunque) no pasó nada, no pasó a mayores”, relata Daniel.
Sin embargo, y a pesar de que no se consumó el delito, el hombre de 33 años sí se sintió culpable al enterarse de que había dejado ingresar al edificio en donde vive a dos presuntos delincuentes y, con ello, poner en riesgo a sus vecinos.
“Sentí pena y miedo, porque sentí que había expuesto a mis vecinos. Por descuido, confusión, dejé entrar a dos rateros al edificio donde vivo disfrazados como fumigadores”, comentó cabizbajo el joven al dar su testimonio a Expansión.
Ingresan vestidos con atuendos de trabajo
Un caso similar vivió Yared, aunque no durante algún sismo, sino en la pandemia de covid-19. Hace aproximadamente dos años en la zona de Acoxpa, alcaldía de Tlalpan en la Ciudad de México, cuando vivía junto a dos roomies.
“Un sábado, un hombre y una mujer entraron al edificio vestidos de 'doctores', diciendo que harían encuestas de salud, y como era un tema de salud, la vigilante los dejó pasar, pues además de ir vestidos como doctores, y enseñar credenciales de un centro de salud, también portaban un contenedor tipo hielerita”, relata la mujer de 32 años.
La licenciada en administración financiera cuenta que anduvieron tocando en los diferentes departamentos que conforman los edificios que en su mayoría son habitados por trabajadores que regresan por las noches de sus actividades, además de que algunos son rentados en plataformas como Airbnb.
“Era sábado, a mí no me tocaron (la puerta, pero) sí anduvieron tocando en diversos departamentos, le tocaron a mi vecino de arriba”, explica la joven quien también detalla que la vigilante fue despedida tras los hechos, ya que el guardia de planta comentó que no podía conocerse si ingresaron con la intención de robar, además de poner en riesgo la integridad de los habitantes.
Yared concluye que tal vez estaban haciendo un tipo "sondeo", con la finalidad de detectar qué departamentos estaban ocupados, los habitantes de éstos, y algo que llamó la atención fue que además de ir con batas blancas, portaban gorras, tal vez con la finalidad de no ser identificados ya que al interior del edifico hay algunas cámaras.