El trazo inicial de la Línea 1 comprendió 12.6 kilómetros de longitud con 16 estaciones, de Chapultepec a Zaragoza, que fueron las primeras terminales del Metro. La ceremonia del arranque formal de los trabajos ocurrió la mañana del martes 19 de junio de 1967 y fue encabezada por el Regente del entonces Distrito Federal (hoy Ciudad de México), Alfonso Corona del Rosal.
El proyecto atraviesa el centro de la ciudad y desde el inicio esto representó un reto, pues pasaba por zonas descritas por el Metro como “potencialmente conflictivas”, como el mercado de La Merced y La Candelaria de Los Patos, por ejemplo, de gran concentración comercial y poblacional.
Tras 27 meses de obra, quedó concluido el primer tramo, que se inauguró el 4 de septiembre de 1969.
“La creación del nuevo transporte masivo se convirtió en una importante fuente de empleos, llegaron a concentrarse hasta 12,000 técnicos y obreros durante su construcción. Posteriormente, propició la instalación de nuevos comercios o el repunte de otros debido a su ubicación inmediata a las estaciones”, apunta el Metro CDMX.
Para 1970 se agregaron dos estaciones más, la primera fue Juanacatlán, que se inauguró en abril; posteriormente, en noviembre, se abrieron las puestas de Tacubaya. Con estas adiciones, el circuito creció 2.2 kilómetros.
Dos años después se inauguró la que sería una de las terminales que se conocen actualmente: Observatorio. Pasaron 12 años más para que se concluyera el último tramo que daría paso a la otra terminal: Pantitlán.
La Línea Rosa integrada por las 20 estaciones que conocemos actualmente quedó lista el 22 de agosto de 1984. De punta a punta el recorrido creció de los 12.6 kilómetros iniciales a 18.8 para la última fase.