Dentro de las ciudades más caras para transportarse están el Estado de México, con una tarifa mínima de 12 pesos, misma que puede llegar hasta 26 dependiendo de los kilómetros recorridos.
Otro caso importante es Monterrey, con una tarifa de 12 pesos por viaje; le siguen Torreón, Coahuila, con 13 pesos, y las más elevadas en el país son Mexicali y Tlaxcala, con 14 pesos.
Víctor Alvarado, responsable del área de movilidad y transporte de la asociación civil El Poder del Consumidor, señala que el ajuste de un peso a la tarifa del transporte concesionado hace un equilibrio respecto a la inflación y los costos de combustible vigentes este año.
Considera que la tarifa es razonable y no tiene un impacto a gran escala a los bolsillos de los usuarios.
“El impacto no va a ser a todos los usuarios, a algunas personas sí, sin duda, les va a terminar afectando porque es un peso que se pudiera transformar en un ida y vuelta de dos, cuatro o seis pesos más de lo que venían gastando normalmente para transportarse, pero no todos los usuarios realizan múltiples transbordos”, explicó.
Pero el sector transporte se dijo inconforme con la tarifa avalada por las autoridades, ya que un peso, no les resuelve el rezago que por años han tenido tanto los titulares de la concesión, como a los propios conductores.
“Nosotros pedíamos tres pesos, somos un gremio muy castigado, ojalá tuviéramos el mismo trato que el transporte público como el RTP o los trolebuses, los cuales pueden mantener un precio bajo, pero porque tienen subsidio por parte del gobierno”, dijo en entrevista Francisco Carrasco, vocero de la organización Frente Amplio de Transportistas.