Cada unidad mide 18 metros, pesa 30 toneladas, tiene capacidad para mover a 160 pasajeros y cuentan con dos motores eléctricos.
Este primer bloque de unidades no es propiedad de Metrobús, sino que funciona a través de un esquema de arrendamiento a una empresa concesionaria.
“La inversión para las primeras 10 unidades eléctricas fue absorbida por la concesionaria bajo un modelo de arrendamiento, en el que cada autobús tiene un contrato para su uso por $403 mil pesos mensuales. Las unidades adicionales que se van a comprar por la empresa concesionaria tienen un costo total de $635 mil dólares (sin IVA) cada uno.” explicó el Metrobús a través de una tarjeta informativa enviada a Expansión Política.
Con la operación de estas primeras 10 unidades eléctricas del Metrobús, el gobierno de la Ciudad de México y la Secretaría de Movilidad realizaron un estudio de factibilidad para la adquisición de más unidades, mismas que comenzarán a llegar en lo que resta del año.
El gobierno capitalino estima tener otras 50 unidades en febrero de 2023 para convertir a la línea tres en la primera “Cero Emisiones”. Además, se proyecta que en 10 años la línea contribuya a la reducción de gases contaminantes emitidos por unidades de transporte público.
“Que sea cero emisiones, cero emisiones locales, reconocemos que hay otro tipo de emisiones, pero las locales son cero emisiones, esto implica que cada autobús ahorrará 40 toneladas de CO2 en 10 años”, dijo Andrés Lajous, secretario de Movilidad en el evento de lanzamiento.
Para Angélica Mazorra, representante de World Resources Institute (WRI México), el transporte público o de pasajeros a través de autobuses, microbuses, vagonetas y taxis es la segunda fuente de gases de efecto invernadero, por lo cual, consideró necesario que este sector comience de manera gradual la migración a tecnología verde.
Mazorra apuntó que la utilización de unidades de pasajeros eléctricas o híbridas, no solo contribuyen al medio ambiente, sino que también representarán a los concesionarios y al gobierno ahorros importantes en la operación y mantenimiento.
“Esta optimización de movilidad eléctrica nos genera sistemas de energía y movilidad mejorados; con la reducción de emisiones, acceso al sistema de transporte público más equilibrado y mejorando la calidad de vida de las personas”, afirmó en un foro de electromovilidad organizado por el Congreso capitalino